Aunque los medios oficiales del Vaticano tratan de ocultar la realidad, lo cierto es que la asistencia a los actos presididos por Francisco están cayendo en picado.
Desde hace ya varios meses, con motivo de la movilidad reducida que padece el Pontífice, el Vaticano se esmera por controlar y atar en corto todos los movimientos de Francisco. La baja asistencia y participación de los fieles en los Ángelus, audiencias o Misas en el Vaticano ha hecho sonar las alarmas en Roma.
En este medio, tanto Specola como La Cigüeña de la Torre se han hecho eco en innumerables ocasiones de los continuos vacíos a los que se enfrenta el Papa Francisco cada vez que tiene un encuentro público. La inmensa mayoría de fotografías oficiales son primeros planos del Papa Francisco y primeras filas para evitar mostrar huecos y sillas vacías. Atrás quedan aquellos años de entusiasmo en los que la plaza de san Pedro se quedaba pequeña y había que hacer cola durante horas para coger sitio.
Los vacíos de Francisco
Tal y como aseguraba Specola hace unas semanas en su blog, «el contenido de las audiencias no interesa a nadie, las catequesis papales, en otros tiempos tan seguidas y cuidadas, hoy son intrascendentes. El Papa Francisco sigue con sus problemas con la persistente rodilla que se no termina de enderezar y eso imposibilita alargar la audiencia con abrazos y besos. Ya no se escuchan vivas al papa, no se respira el calor y cariño de los asistentes».
Estos vacíos ya típicos los domingos -durante el rezo del Ángelus- y los miércoles -en las audiencias públicas del Papa- se están extendiendo también a otros actos de mayor calado.
Sin ir más lejos, durante estos últimos días hemos constatado la baja asistencia de fieles a dos eventos muy importantes como han sido la creación de 21 nuevos cardenales el pasado sábado o la Misa del miércoles con la que se daba el pistoletazo de salida para el arranque de la Asamblea sinodal. Las imágenes de ambas Misas no dejan lugar a dudas y es un tema (el de las sillas vacías) que cada vez se comenta más en ambientes eclesiales.
¿Secularización o abandono del mensaje de Cristo?
Habrá quien diga que todo tiene que ver con el proceso de secularización que afecta a la Iglesia a nivel mundial. Lo cierto es que la Iglesia cada vez pinta menos en la sociedad, ya no ocupa portadas a no ser que haya algún escándalo por abusos por parte del clero como hemos visto estos últimos días en España con el caso del cura de Málaga.
La Iglesia ya no tiene agenda propia. Esto -por desgracia- se traduce en no tener nada novedoso que aportar al mundo y es precisamente ahora, en este mundo postmoderno y secularizado cuando se debe anunciar la Buena Nueva con más vehemencia que nunca. Pero claro, esto supone ir a contracorriente y luchar contra lo políticamente correcto.
Por otro lado, cada vez son más las voces que ponen el foco en el propio Francisco, que no consigue atraer ni a los de fuera ni a los de dentro, con discursos poco profundos o vacíos de contenidos. Este es el problema de querer contentar a todos o moverse en un ‘centro’ ideológico para no ofender a nadie, pero por desgracia, centro y tibieza en este caso son sinónimos y en este mundo tan materialista y en donde la gente tiene sed de Dios, no valen discursos buenistas que en cuestión de minutos se los lleva el viento.
Seguramente las opciones sean múltiples para volver a avivar la actividad e ilusión de los fieles en la cuna del catolicismo. Podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que la solución pasa por volver a hablar de Dios y dejar a un lado otras cuestiones mundanas. Hablar de Dios, de su Evangelio y de los sacramentos para nutrir de alimento a todas esas almas que vagan por el mundo ansiando una respuesta que sacie su vacío tránsito por esta Tierra.
VIERNES 6 DE OCTUBRE DE 2023.
INFOVATICANA.
