El doctor David Ricardo Ojeda Correa, investigador del Instituto Superior de Estudios Guadalupeños, indica que hasta 9 millones de personas llegaron a convertirse gracias a un proceso iniciado con la aparición de María a un humilde indio, Juan Diego. Hoy en día todavía se descubren nuevos secretos.
Imagen de Nuestra Señora de Guadalupe@Agata Ślusarczyk / Fundación Opoka
Se sabe que en los ojos de María en la imagen de Guadalupe se puede ver el mismo tipo de reflejo cuando alguien nos mira a los ojos.
«Utilizamos algunos métodos de correlación matemática y descubrimos que las formas del ojo izquierdo tenían una correlación del 100 por ciento con las formas del ojo derecho», dice el Dr. Ojeda Correa. “Por lo tanto, quien haya pintado este cuadro tendría que utilizar un microscopio muy sensible y tomar medidas perfectas para hacer coincidir completamente un ojo con el otro. Y esto fue a la luz de las velas en 1531″, añade.
El investigador agrega que las estrellas presentes en la imagen de Guadalupe tienen una «correlación del 97%» con algunas constelaciones que se encontraban en el cielo mexicano el 12 de diciembre de 1531 a las 06:45 de la mañana.
«Pero lo más interesante es que el pintor, además de reproducir perfectamente el sistema, tendría que hacerlo en 15 minutos, porque el tiempo pasa y los cuerpos cósmicos se mueven y no vemos el mismo cielo hasta que pasa otro año». » dice el mexicano. “Entonces tendría que hacerlo en 15 minutos y viceversa, porque resulta que las estrellas no son como si las miráramos hacia el cielo. Son como vistas desde el universo hacia la Tierra, como si el pintor estuviera a la altura de las estrellas», añade.