Por: Patricia Rodríguez
La enseñanza es el proceso de transmisión de una serie de conocimientos, estrategias, normas, y habilidades. Siempre hemos tenido la conciencia de que en casa se educa y en la escuela se enseña. Pero parece que en esta nueva sociedad en la que vivimos el Gobierno no insta a creer, que los hijos no pertenecen a los padres, sino al Estado.
Este Gobierno totalitario quiere despojar a los padres como primeros responsables de la educación de sus hijos, y la forma más sencilla de manipulación, se centra en el lugar donde acuden a recibir su formación.
Los centros educativos se están utilizando para mostrarles a los niños, apoyados por los libros de texto la nueva ideología progre de la izquierda. Desde Educación Infantil quieren abordar temas de sexualidad y de género. Pero seamos realistas este tipo de conceptos son ininteligibles para los alumnos de esta edad.
Irene Montero, actual Ministra de Igualdad en funciones, realizó unas declaraciones bochornosas tales como “la educación sexual es un derecho para todos los niños, niñas y niñes, aunque sus padres y madres no quieran”. Pues yo le recuerdo a la Ministra que el artículo 39 de nuestra Constitución española deja bien claro que los padres deben prestar asistencia de todo orden a los hijos habidos dentro y fuera del matrimonio, durante su minoría de edad y en los demás casos que legalmente proceda. Los niños gozarán de la protección prevista en los acuerdos internaciones que velan por sus derechos. Por lo tanto los padres tendrán algo que decir y decidir a lo hora de que se les instruya sobre este ámbito.
La manera más inteligente de elección, sería el “Pin parental”, por la cual los padres o tutores legales puedan elegir si su hijo debe participar o no en actividades que no estén incluidas en el plan de estudios. Pero los que nos gobiernan están en contra, puesto que la Ley de Familias aprobada por el Gobierno a través del Boletín Oficial de las Cortes Generales del 14 de abril de 2023, prohíbe que los padres impidan el acceso a contenidos sobre diversidad familiar. Cuestión que crea un enfrentamiento entre el Gobierno y los partidos de derechas. Ione Belarra, otra abanderada del feminismo exacerbado, expresó que el pin parental sería como una restricción a los derechos de los niños ya que tienen que tener una educación libre para desarrollar su personalidad.
Por lo tanto los libros de texto también han sido revisados para que sus contenidos no tengan sesgos machistas y en las aulas se incorpore la llamada perspectiva de género. Parece que a los padres les han quitado la potestad de serlo, ya que el Estado es ahora el que ha tomado el control.
El adoctrinamiento woke que los niños reciben en las escuelas, hace tambalear los derechos de los padres en la educación de sus hijos. Tengo muy clara mi opinión al respecto sobre el adoctrinamiento en los centros educativos. Puesto que los padres deben tener el derecho de educar a sus hijos conforme a sus principios, defendiendo la integridad de los mismos y la libertad de cátedra del profesorado.
El tribunal Constitucional se ha pronunciado en materia educativa desde 1981 en múltiples ocasiones. Dejando claro que la enseñanza se concreta en tres vías, creación de instituciones educativas, el derecho a los padres a elegir el centro y la formación religiosa o moral que deseen para sus hijos y el derecho a desarrollar la enseñanza con libertad a quienes la llevan a cabo.
Por consiguiente, dejen que los niños sean niños, no podemos permitir que el Estado adoctrine a nuestros hijos. Como dijo el padre de la psiquiatría norteamericana Karl Menninguer, “Lo que se les dé a los niños, los niños darán a la sociedad.