Hay una grave irresponsabilidad de la Iglesia al callar y no repudiar el aborto.
Así lo aseveró el P. José Luis Bautista González, Coordinador Arquidiocesano de Pastoral de la Salud de la Arquidiócesis de Puebla, al tiempo que advirtió que si la institución jerárquica guarda silencio por miedo al diputado, empresario o gobernador en turno, entonces “estamos claudicando la lucha como líderes de opinión ante fieles y laicos”.
En entrevista con José Octavio Morales, el clérigo expuso que en el país deben ser excomulgados los legisladores que voten a favor del aborto e incluso negarles como presbíteros la comunión, ya que es un pecado público, pues la legislación que se apruebe originará que millones de seres humanos mueran en México.
Precisó que hay una gran brecha para tratar temas de una agenda de ideología y la abortista, entre el clero de Estados Unidos y el de México
“El clero en E.U. es más activo que el de México porque en nuestro país con las leyes de Reforma 1858-1860 y con la Constitución Liberal, en especial con los artículos 130, de la Constitución de 1917, le negaron todo espacio a la Iglesia católica y su actividad se redujo a los templos y es por eso que muchos sacerdotes no quieren hablar de estos temas porque la Ley de Asociaciones Religiosas nos lo prohíbe que hablemos de partidos y candidatos en las celebraciones eucarísticas”,
planteó.
“En Estados Unidos un republicano puede hablar a favor de la vida, como lo hizo Donald Trump en el Congreso cuando mencionó: ‘la vida de los bebitos que están en el vientre materno, esa vida le pertenece a Dios”,
puntualizó.
Sin embargo, indicó que “en cátedra o en conferencia -los sacerdotes- sí podemos emitir nuestra opinión porque al fin y al cabo somos ciudadanos”.
Enfatizó que atrás del liberalismo está la fuerza de los masones que siguen siendo vigentes y a las iglesias “nos enclaustraron”.
De ahí que, sostuvo, que “en esa idiosincrasia mexicana, muchos laicos prefieren estar en el ostracismo y prefieren no hablar porque les da vergüenza o pena, ya sea porque han relativizado su fe o porque desconocen”.
Además, consideró que tampoco hay argumentos ni siquiera en catedráticos o estudiantes cuando se habla de aborto, ya que sostienen, –muchos de ellos-, que el aborto es un derecho de la mujer, “cuando sabemos que el primer derecho es el derecho a la vida”.
Destacó que cuando aborda el tema de respeto a la vida en una cátedra universitaria “puedo hablar dos horas de la vida, desde el punto de vista de la genética o la embriología, y de las leyes, y tal vez al final digo que como cristiano y creyente que la vida le corresponde a Dios”.
Señaló que el efecto de que muchos legisladores separan la vida espiritual de la política “es indudable que se dé esta tragedia”, -que impulsen iniciativas abortistas-.
Lamentó que hoy “se considere más importante la vida de un perro o un gato que la vida de un ser humano”.
El P. Bautista González, quien además está encargado de la pastoral de la salud en dicha entidad, aseveró que “no ha habido una mujer, de las más de 2 mil que he confesado, que no haya llorado por el aborto al que se sometió”.
“El aborto es desastroso para la mujer que lo sufre, pero permea una desinformación, ignorancia, negligencia y presión, porque si supieran lo que es, no lo practicarían”
anticipó.
Advirtió también que “un candidato o gobernador que promueva el matrimonio igualitario, todo católico con conciencia bien formada, no puede emitir su voto por él”.
En cuanto a la labor sacerdotal en medio de esta pandemia,” nosotros tenemos la obligación que proviene del ministerio de decirle a los fieles que no pueden ejercer un voto a quien esté a favor del aborto, eutanasia, experimentación de embriones, ideología de género y del mal llamado matrimonio igualitario”.