Mientras el presidente de la Unión Nacional de Padres de Familia de México admitió que la constitución del «Sí Por México» tiene meros propósitos electorales, el líder del Consejo Mexicano de la Familia evidenció que aborteros, lobby gay y feministas radicales dominan en dicho membrete.
¿»Por qué acallaron la voz cristiana de esta lucha y dieron paso a la voz atea, anticristiana en la comunicación de «Sí por México»?, reclamó Juan Dabdoub Giacoman, presidente del Consejo Mexicano de la Familia a Leonardo García Camarena, presidente de la UNPF (Unión Nacional de Padres de Familia), durante un debate a través de la Red.
Dabdoud encaró al presidente de la Unión Nacional de Padres de Familia, ya que “el problema es enorme”, debido al hecho de que mientras a las organizaciones Pro Vida y pro Familia las han silenciado sus legítimos reclamos y demandas, en aras de “unidad” dentro de la coalición “Sí por México”, los propios promocionales del nuevo membrete alienta el “Sí” en favor de las parejas del mismo sexo, por ejemplo, o los feministas radicales que aparecen enlistados.
“Es un problema grave, se quejó Dabdoud, de que hayan cedido la neutralidad de la lucha, a los intereses de los lobbies gay, abortero y feminista radical”.
La Agencia Católica de Noticias (ACN) tuvo acceso al debate entre dirigentes las asociaciones que parecieran haberse sumado al membrete “Sí por México”, que pretende convertirse en el centro de una coalición, pero no en defensa de los principios y valores naturales y cristianos, sino meramente electoral contra el actual partido en el poder en México, llamado MORENA.
“Sin respetar esa neutralidad, Sí por México está muerto, y México también”,
expresó Dabdoud.
El presidente de Con Familia arremetió contra su par, de la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF), Leonardo García Camarena, a quien le hizo varios cuestionamientos por comentarios que hizo el pasado sábado, en reunión con otras organizaciones que avaluaban sumarse a Sí por México.
El presidente de la UNPF reconoció que su objetivo es únicamente electoral: tratar de conseguir la mayoría diferente a la de Morena en el Congreso mexicano.
García Camarena, quien forma parte de Misión Rescate México, trató de defenderse, al revelar que “cuidó su manifiesto antes de salir, hace más de 6 meses, para evitar precisamente este tipo de cosas”.
Dabdoub reclamó que organizaciones pro Vida y Pro Familia hicieron cuestionamientos sobre diseño y construcción del membrete “Sí por México”, lo cuales no fueron tomados en cuenta.
García Camarena buscó justificarse, al argumentar que la afirmación de que “manipulan a los grupos Pro Vida de México, con fines electorales, es un juicio temerario que se puede aplicar a Sí por México, como a FRENAAA (…). Hemos hecho un extrañamiento en ese sentido para eliminar las agendas ideológicas o particulares y caminar juntos en lo que hemos acordado”.
A ese argumento, le contestó Dabdoub que “un juicio temerario sería equiparar a Frena con Sí por México, y más que manipular, lo que yo veo es engaño. ¿No crees, Leonardo?. Y agregó: ¿Entonces, nuestros ‘aliados’ en Sí por México no son confiables?, Pues nos traicionaron y ahora, ¿Les vamos a hacer un extrañamiento?
Otro dicho del presidente del UNPF, es que sus temas no fueron incluidos porque Sí por México no es para las agendas particulares, a lo que responde su homólogo de Con Familia: “de acuerdo, pero, entonces ¿Por qué sí está la agenda liberal de la izquierda mexicana?
Leonardo García se arrinconó a sí mismo, al decir que “el discurso dominante es generalista y pro LGBT, cuando lo que prevalece es la unidad de los mexicanos, la democracia, la participación ciudadana y una mayoría absoluta diferente a Morena”; además “el acuerdo, desde un principio, fue bajar las agendas particulares o ideológicas y dejar solo los acuerdos mínimos”.
“Corrección, -increpó Dabdoub-, claro que si hay un discurso dominante, pero sus nombres son: Unidad y Democracia; sus apellidos: Ideología de Género (sus hijitos son aborto, homosexualismo, feminismo radical, etcétera); y sobre el otro tema, ¿Entonces por eso bajaron la “agenda particular” de la vida y la familia y dejaron el “acuerdo mínimo” de la Ideología de Género?”.
García Camarena indicó:
“es claro que esta es una guerra cultural, pero dar esa batalla cuando necesitamos unidad de todos los mexicanos, sin renunciar a nuestros principios y valores, no es lo más adecuado. Solo le ayudaremos al gobierno en su estrategia de odio, división y polarización entre los mexicanos”.
Dabdoub, le respondió:
“¡Totalmente de acuerdo! Ahora explícanos por qué el bando opositor de esta guerra cultural sí está representado entre los voceros y en los contenidos.
Por último, planteó: ¿Quién nos traicionó? .