El canciller austriaco Karl Nehammer contrajo COVID-19 durante una reunión en la que promovía la vacunación obligatoria.
A pesar de recibir tres inyecciones experimentales, usar una máscara protectora y vivir en un país con estrictas reglas y cierres, Nehammer dio positivo por COVID-19 el viernes. Sin embargo, redobló su apoyo a la vacunación obligatoria e imploró a sus compatriotas austríacos que «se vacunen» y «reciban un refuerzo».
«No hay motivo de preocupación, estoy bien», dijo Nehammer en un comunicado citado por la oficina del canciller. «Mi apelación sigue siendo: vacúnese, obtenga una dosis de refuerzo, que lo protegerá con una alta probabilidad de contraer enfermedades graves».
Su oficina le dijo al público que probablemente contrajo el virus durante una reunión del jueves en la que todos fueron vacunados y recibieron un refuerzo, usaban máscaras y estaban separados de él por pantallas de plexiglás.
Durante esta reunión del jueves, Nehammer anunció nuevas medidas para sus ciudadanos a la luz de la variante omicron, y dijo a los medios que el gobierno aún está trabajando en un proyecto de ley para que las vacunas sean obligatorias a partir del 1 de febrero.
“Necesitamos hacer todo lo que podamos hacer juntos para evitar otro cierre”, advirtió Nehammer, quien procedió a informar al público que los pasaportes de vacunas requeridos para ingresar a la mayoría de las empresas ahora serán válidos por solo seis meses.
“Si las empresas no cumplen, tendremos el poder de cerrarlas”, continuó el político infectado con COVID. Las agencias reguladoras están «trabajando en una solución que se ajuste a la constitución, pero en nuestra opinión, la vacunación obligatoria es indispensable».
A pesar de las acciones tiránicas del gobierno, los ensayos de la vacuna contra el coronavirus nunca han producido evidencia de que las vacunas detengan la infección o la transmisión. Ni siquiera pretenden reducir la hospitalización, pero la medida del éxito es prevenir los síntomas graves de la enfermedad COVID-19. Además, hay pruebas contundentes de que los «vacunados» tienen la misma probabilidad de portar y transmitir el virus que los no vacunados.
El impulso para vacunar a la mayoría de la población mundial con el fin de prevenir enfermedades graves para aquellos que no están en riesgo para empezar (los CDC informan una tasa de supervivencia de infección de más del 99,95% para los menores de 50 años ) se suma al escepticismo que rodea el aumento de presión para las inyecciones de refuerzo de COVID. Mientras tanto, la lista de eventos adversos reconocidos por la FDA ha crecido desde reacciones anafilácticas graves hasta eventos trombóticos fatales, la miocarditis inflamatoria del corazón y enfermedades neurológicamente discapacitantes como el síndrome de Guillain Barré , así como miles de muertes registradas y discapacidades permanentes.
Por JACK BINGHAM.
VIENA, Austria.
viernes 7 de enero de 2022.
