Salvador Reding, integrante del portal digital “yoinfluyo.com”, habló del inminente peligro que se corre si en una potencia mundial como Estados Unidos logran posicionarse el candidato demócrata a la presidencia, Joe Biden y su compañera de fórmula, Kamala Harris, aspirante a la vicepresidencia, ya que ambos son abortistas y anticatólicos.
En entrevista exclusiva con Agencia Católica de Noticias (ACN), Reding, quien pertenece al Comité editorial de dicho medio a favor de la vida y familia con influencia a nivel nacional e internacional, indicó que a principios de noviembre de este año se celebrará la elección presidencial en los EEUU, al paralelo de otras que van a Senado y Joe Biden es un candidato que presume de ser católico; sin embargo, tomó una serie de posiciones a favor del aborto en su historial político.
Recordó que en octubre del año pasado, al hacer una campaña en el Estado de Vermont, EEUU, se detuvo en una Iglesia para intentar comulgarse, y el párroco, quien era un sacerdote que había sido abogado durante varios años, le negó la comunión, al basarse en el derecho canónico, y le argumentó que no le podía brindar a una persona que permanece abiertamente en pecado grave por impulsar el aborto.
Biden, prosiguió, “ofreció apoyar el aborto si llega a ser presidente; además eligió como candidata en su fórmula de vicepresidente de EEUU, a una mujer de origen negro e hindú, abogada, que es partidaria del aborto, y es quien recibe apoyo y felicitaciones por parte de la mayor empresa abortista en el mundo: Planned Parenthood, la cual siempre usa los falsos argumentos de la supuesta defensa de los derechos reproductivos y del derecho a la salud, cuando en la realidad practican el asesinato de un nonato”.
En los Estados Unidos hay millones de católicos que están muy preocupados por esta posición y algunos activistas provida advierten las consecuencias graves de lo que pasaría si gana el partido demócrata, pues buscarían una mayoría en el Congreso para apoyar abiertamente leyes a favor del aborto y su promoción a nivel internacional, además de que obligarían a la mayor parte del país a que acepten el aborto y financiarlo.
Asimismo, anticipó que tampoco habría restricciones a nivel constitucional, pues los demócratas incluirían leyes abortistas, vía legislación federal.
