La historia ha estado en las noticias durante días. Los elementos para el misterio del verano están todos ahí: un joven asesinado de manera violenta, dos curanderos autoproclamados huyendo quizás en América del Sur, una abadía desconsagrada, decocciones mágicas y ritos chamánicos. Sólo que esto no es un misterio para leer bajo el paraguas, sino la verdadera historia de una vida que terminó prematuramente de manera atroz. Rebobinemos la cinta.
Alex Marangon tenía 26 años y quién sabe qué sueños tenía en su cajón y deseos en su corazón. Trabajaba en un bar junto al lago , había empezado la temporada hacía poco menos de un mes y un equipo de televisión le había entrevistado para esos reportajes rituales sobre la inauguración de la temporada estival: » Tenemos un gran verano por delante», dijo sonriendo. «. Y en cambio el pasado 2 de julio su cuerpo fue encontrado varado en un islote del río Piave, en la provincia de Treviso. Se llamó « Sol del Putymayo » y técnicamente se describía como « un ritual de curación con la fuerza de Foreza » que se llevaría a cabo en un lugar « verdaderamente especial y protegido ». El lugar era una abadía desconsagrada de Vidor y aquí comienza la tragedia.
No está muy claro en qué consistió realmente la velada, las reconstrucciones hablan de ritos esotéricos regados por sustancias alucinógenas entre ellas la ayahuasca , una decocción con efectos psicodélicos a base de plantas amazónicas. Se sabe que en el evento participó Jhonni Daniel Benavides, así como la músico Andrea Zuin, identificada como la organizadora de la velada y fundadora del Proyecto ZuMusic , quien en Instagram dice que hace » medicina musical » junto a su pareja. Inspirado en los rituales chamanes. El caso es que Alex salió de las instalaciones sobre las tres de la madrugada y fue encontrado muerto unos días después.
Los resultados de las primeras pruebas de la autopsia revelaron que el hombre fue asesinado de forma brutal, quizás a golpes, y tenía varias costillas rotas . Pero para tener una imagen completa, también de lo que había tomado el niño, habrá que esperar los resultados de las pruebas toxicológicas.
Alex tenía miedo, como relata el Quotidiano Nazionale , citando las confidencias del chico a un amigo. Era la tercera vez que asistía a estas «fiestas» pero tenía miedo. Probablemente le atraía la posibilidad de recuperarse de su asma pero tenía miedo. Así parece. Eso es lo que parece. El condicional es imprescindible. La fiscalía investiga por homicidio voluntario, mientras tanto ha dado luz verde al funeral que se celebrará el sábado en la iglesia de SS. Patronos de Europa de Marcon (Venecia).
Ciertamente no pretendemos encontrar ni señalar al culpable. Tampoco somos capaces de comprender los motivos que llevaron a Alex al lugar donde encontró la muerte . Son demasiado íntimos y ciertamente desconocidos para nosotros. Lo que sí podemos fotografiar, sin embargo, es la imagen de una sociedad que ha hecho todo lo posible para sacar a Dios del discurso público y de la vida de todos. Decir que uno cree hoy, en Occidente, en 2024, le otorga como mucho una sonrisa compasiva, decir que es católico es tener el derecho oficial a una mirada entre compasiva y sorprendida.
Sin embargo, la misma sociedad normaliza los ritos chamánicos, fomenta las prácticas New Age, admite decocciones mágicas alucinógenas, baños de luz, rituales con la Fuerza del Bosque, los llamados médiums que te ponen en contacto con espíritus no especificados que emanan energías cuando ni siquiera curan. El problema es que a veces funcionan, no son fake, pero la matriz muchas veces huele a azufre aunque no se diga esto, porque llamar a Satanás por su nombre también significaría llamar por su nombre a ese Dios que el padre de la mentira quiere combatir. haciendo creer a la gente que eso no existe. Más bien existe, y es la alternativa real, brillante y verdadera que nuestro corazón busca. Y sí, también puede curar. ¿Por qué buscar en otra parte?
Por Raffaella Frullone.
ROMA, Italia.
Miércoles 10 de julio de 2024.
Il Timone.
