Al presentar a los 3 nuevos obispos auxiliares para la Arquidiócesis de Monterrey, Mons. Rogelio Cabrera López, refirió que “la misión del obispo diocesano es animar al pueblo de Dios a seguir el camino del Evangelio, a ser buenos discípulos del Señor y crear nuevos modos de llevar a delante la misión y ser siempre creativo, atento a los momentos que vive la historia y a los signos de los tiempos, así como a los retos y desafíos que hoy tiene nuestra sociedad”.
En su mensaje, coincidió con el Papa Francisco, en el sentido de que “tenemos que llegar a las periferias y abarcar lo más que podamos el servicio al pueblo de Dios”.
Dijo que en “México, el mundo entero y no escapa Monterrey, hay un cambio cultural que está exigiendo de nosotros mayor tino, mayor atención y, sobre todo un corazón más grande para comprender lo que cada hombre y cada mujer quieren en este momento”.
Tras señalar que “es momento de darle su lugar a los consagrados”, contabilizó en la Iglesia de Monterrey “cerca de 800 mujeres consagradas, que nos ayudan en la misión y alrededor de 200 consagrados -hombres-, quienes también se suman al servicio de la Iglesia diocesana”.
Mons. Cabrera López, se comprometió a “animar y organizar el servicio organizar el servicio de los hermanos presbíteros que en la diócesis son cerca de 39 decanatos y 13 zonas pastorales”.
Urgió conformar una Iglesia, “no como una simple organización, sino un organismo vivo, donde todos participamos y hacer que sea pueblo y también el cuerpo de Cristo”.
Confirmó que, al momento, son 7 obispos auxiliares, los cuales “pueden sonar un número desmedido; sin embargo, la misma situación de la Arquidiócesis y su crecimiento, así como desafíos pastorales y también las limitaciones de un servidor, hacen que su ayuda sea necesaria (…), como colaboradores y en comunión al servicio de todos”.
Agradeció al Papa Francisco por las designaciones de los 3 obispos auxiliares, “y también le doy gracias a Dios porque los tres han vivido y han nacido en este territorio de la Arquidiócesis. Los tres son regios y conocen muy de cerca esta Iglesia de Monterrey”.
Señaló que en breve se informará sobre la consagración o también en la llamada ordenación episcopal de los 3 obispos auxiliares.
En su oportunidad, Mons. José Manuel Garza Madero, mencionó dos breves pensamientos: “Amar a Dios con todo mi corazón, amarlo sobre todas las cosas, amarlo con toda mi alma, amarlo con todas mis fuerzas, amarlo más que a mí mismo”.
En el segundo pensamiento, subrayó: “amar al pueblo de Dios con todo mi corazón. Amarlo con toda mi mente; amarlo con todas mis fuerzas y amarlo más que a mí mismo. Sé que el mejor regalo que le puedo dar a Jesús es amarlos a ustedes”.
Por su parte, Mons. Juan Carlos Arcq Guzmán, resaltó que los miedos desaparecieron y que sentía contento con la designación y que lo único que le pidió a Dios es “tener un Ministerio ungido, y que me pudiera guiar con el espíritu y que todo lo que hiciera fuera buscando la voluntad de Dios”.
Al tomar el micrófono, Mons. César Garza Miranda, resaltó que “tiene un deseo profundo de aprender y que tiene una relación muy hermosa con muchos de los sacerdotes de la diócesis y se puso al servicio del Arzobispo, religiosos y religiosas, así como de fieles y laicos”.
El Dato:
«La Nunciatura Apostólica comunicó la mañana del 17 de octubre de 2020, a través de la Secretaría General de la Conferencia del Episcopado Mexicano, que Su Santidad Francisco se ha dignado nombrar obispos auxiliares para la Arquidiócesis de Monterrey al Pbro. Juan Carlos Arcq Guzmán, del clero de la Arquidiócesis de Monterrey asignándole la Sede Titular de Milevi; al Pbro. José Manuel Garza Madero, del clero de la Arquidiócesis de Monterrey, asignándole la Sede Titular de Tiburnia, y al Rev. P. César Garza Miranda, de la Orden de los Frailes Menores, asignándole la Sede Titular de Magneto»
