Una misa presidida por el obispo de Caratinga, Monseñor Emanuel Messias de Oliveira, en la que ha participado el clero diocesano y la familia del fallecido, siendo transmitida por YouTube, ha servido como despedida para el padre Adriano da Silva Barros, cuyo cuerpo fue encontrado este 14 de octubre, con cinco heridas de arma blanca y parcialmente quemado, cerca de la ciudad de Manhumirim, en el estado brasileño de Minas Gerais.
La celebración ha tenido lugar en la parroquia de San Simón, en la ciudad de Simonesia, donde el sacerdote, de 36 años, ejercía su ministerio recién estrenado, pues había sido ordenado presbítero el pasado 3 de mayo. El fallecido había salido de la ciudad este martes, 13 de octubre, para visitar a su madre enferma en la ciudad de Martins Soares y había anunciado que volvería para celebrar misa el mismo día.
La policía informa que ha sido detenido un sospechoso, que, aunque en un principio lo negó, ha asumido ser el autor del crimen. Según el sospechoso, un joven de 22 años, asesinó al sacerdote el mismo día de su desaparición y al día siguiente acudió al lugar donde se encontraba el cuerpo para quemarlo y no dejar pistas. El detenido, según informaciones de la policía, declaró mantener una relación con el asesinado, algo que está siendo investigado, y que se desentendieron, lo que le llevó a cometer el crimen. También se investiga la posibilidad de latrocinio, robo seguido de muerte, pues el coche del sacerdote ha sido localizado en el estado de Río de Janeiro.
En un comunicado emitido por la diócesis de Caratinga, se dice que “en la firme esperanza de la resurrección, bendecimos a Dios por su fructuoso ministerio sacerdotal, vivido con celo y ardor, a lo largo de estos cinco meses, desde su ordenación sacerdotal, en el último 3 de mayo”, mostrando su solidaridad con los familiares, amigos y parroquianos.
Con información de Religión Digital/Luis Miguel Modino