Este 5 de mayo, VI Domingo de Pascua, en su alocución previa a la oración del Regina Coeli, el Santo Padre señaló que, en el Evangelio de hoy, Jesús nos llama “amigos” y que somos “personas queridas más allá de todo mérito y expectativa”. Además, el Pontífice pidió que “María nos ayude a crecer en la amistad con su Hijo y a difundirla a nuestro alrededor”.
La amistad, pero, sobre todo, la amistad con Jesús es el tema al centro de la catequesis que el Papa Francisco pronunció ante los miles de fieles y peregrinos que se dieron cita en la Plaza de San Pedro para el rezo de la oración mariana del Regina Coeli de este 5 de mayo, VI Domingo de Pascua.
«Ya no los llamo siervos, sino amigos»
Al comentar el Evangelio de este domingo (Jn 15,9-17), el Santo Padre señaló que, Jesús dijo a los Apóstoles: «Ya no los llamo siervos, sino amigos». Y para explicar este cambio, el Pontífice recordó que, en la Biblia los «siervos» de Dios son personas especiales, a las que Dios confía misiones importantes, son personas en cuyas manos Dios pone sus tesoros. Pero para Jesús somos algo más grande.
“Pero todo esto no basta, según Jesús, para decir quiénes somos para Él: se necesita algo más, algo más grande, que va más allá de los bienes y de los planes mismos: se necesita la amistad”.
Una hermosa experiencia que aprendemos desde niños
La amistad, indicó Francisco, es una hermosa experiencia que aprendemos desde niños: a los amigos les ofrecemos nuestros juguetes y los regalos más hermosos; como adolescentes, les confiamos nuestros primeros secretos; como jóvenes les ofrecemos lealtad; como adultos compartimos satisfacciones y preocupaciones; como ancianos los recuerdos, las consideraciones y los silencios de largos días.
“La Palabra de Dios, en el Libro de los Proverbios, nos dice que «el perfume y el incienso alegran el corazón, y la dulzura de un amigo consuela el alma» (27,9). Pensemos por un momento en nuestros amigos, ¡y demos gracias al Señor!”.
Un verdadero amigo no te abandona
La amistad, precisó Francisco, no es fruto del cálculo, ni de constricción: nace espontáneamente cuando reconocemos algo de nosotros mismos en la otra persona. Y, si es verdadera, es tan fuerte que no decae ni siquiera ante la traición.
“Un verdadero amigo no te abandona, ni siquiera cuando cometes un error: te corrige, puede reprenderte, pero te perdona y no te abandona”
Amigos de Jesús, personas queridas más allá de todo mérito
Y volviendo al Evangelio, Francisco dijo que, hoy Jesús nos dice que para Él somos precisamente eso, amigos: personas queridas más allá de todo mérito y expectativa, a las que Él tiende la mano y ofrece su amor, su Gracia, su Palabra; con las que comparte lo que le es más querido, todo lo que ha escuchado del Padre.
“Hasta el punto de hacerse frágil para nosotros, hasta ponerse en nuestras manos sin defensa ni pretensiones, porque nos ama, quiere nuestro bien y quiere que participemos del suyo”.
Que María nos ayude a crecer en la amistad con su Hijo
Antes de concluir su alocución y pedir que la Virgen María nos ayude a crecer en la amistad con su Hijo y a difundirla a nuestro alrededor, el Papa invitó a realizar las siguientes preguntas que nos ayudaran a profundizar en nuestra amistad con Jesús:
“¿Qué rostro tiene el Señor para mí? ¿El rostro de un amigo o el de un extraño? ¿Me siento amado por Él como un ser querido? ¿Y cuál es el rostro de Jesús que testimonio a los demás, especialmente a los que cometen errores y necesitan perdón?”.
Renato Martinez.
iudad del Vaticano.