Queridos hermanos y hermanas,
Expreso mi cercanía a la Comunidad San José de Apartado, en Colombia, donde hace unos días fueron asesinados una joven y un niño.
Esta comunidad fue premiada en 2018 como ejemplo de compromiso con la economía solidaria, la paz y los derechos humanos.
Y les aseguro mis oraciones por las víctimas del cobarde atentado terrorista perpetrado la otra tarde en Moscú.
Que el Señor los acoja en su paz y consuele a sus familias.
Que convierta los corazones de quienes proyectan, organizan y ejecutan estas acciones inhumanas, que ofenden a Dios, que ordenó: «No matarás» (Ex 20,13).
Os saludo a todos vosotros, fieles de Roma y peregrinos de diversos países.
Saludo en particular a la delegación de la ciudad de San Remo, que también este año, fiel a una tradición de cuatro siglos, ha ofrecido hojas de palma tejidas para esta celebración. ¡Gracias San Remo! El Señor te bendiga.
Queridos hermanos y hermanas, Jesús entró en Jerusalén como un Rey humilde y pacífico: ¡abrámosle nuestro corazón! Sólo
Él puede liberarnos de la enemistad, del odio, de la violencia, porque Él es misericordia y perdón de los pecados.
Oramos por todos los hermanos y hermanas que sufren a causa de la guerra; Pienso de manera especial en la atormentada Ucrania, donde muchas personas se encuentran sin electricidad debido a los intensos ataques a las infraestructuras que, además de causar muerte y sufrimiento, entrañan el riesgo de una catástrofe humanitaria aún mayor.
¡Por favor, no olvidemos a la atormentada Ucrania! Y pensemos en Gaza, que tanto sufre, y en muchos otros lugares de guerra.
Y ahora nos dirigimos en oración a la Virgen María: aprendamos de ella a permanecer cerca de Jesús en los días de Semana Santa, para llegar a la alegría de laQQ Resurrección.
CIUDAD DEL VATICANO.
DOMINGO 24 DE MARZO DE 2024.