La noticia saltó el pasado miércoles en un grupo de devotos de Santa Ángela, donde una de las personas que está en contacto permanente con las religiosas advirtió que habían tenido que cerrar y aislar el cenobio. Según pudo conocer ABC, en el convento, situado en la calle Santa Ángela de la Cruz, tuvieron una inspección de Sanidad y, al detectar el brote quedó cerrado. Nadie puede entrar ni salir del edificio y las monjas que han dado positivo se encuentran aisladas del resto.
Fuentes de la Junta de Andalucía aseguraban que sólo disponían del dato del número de monjas contagiadas, que ascendía a 40, lo que supone un alto porcentaje de la población que tiene este convento, que es el más numeroso de la capital, y que suelen habitarlo unas 50 o 60 hermanas. Sin embargo, no pudieron confirmar el origen del brote, aunque hay que tener en cuenta que las monjas y novicias de esta congregación están en permanente contacto con los enfermos, ya que por sus labores suelen acudir a los domicilios a cuidarlos. Además, fuentes de la Archidiócesis informaban de que otra de las causas del contagio comunitario ha sido el hecho de que comparten un dormitorio común.
Pese a ello, hasta ahora no se había dado ningún caso de positivo por Covid-19 entre las religiosas. Tanto es así, que en estas mismas páginas Gloria Gamito firmó un reportaje del «milagro de Santa Ángela de la Cruz», porque aún no se habían contagiado ni las religiosas ni tampoco los ancianos de la residencia. Se trata, además, de un convento que no ha parado de repartir ayuda durante estos meses desde que se decretó la alerta sanitaria, gracias a la colaboración de numerosas entidades y voluntarios que han llevado productos de primera necesidad a la Casa.
Este periódico se puso en contacto con el convento que, aunque no quisieron confirmar el número de casos ni hablar de su situación actual, sí señalaron que están siguiendo «estrictamente» las normas marcadas desde Epidemiología. Asimismo, asumen el sufrimiento con la fe que les caracteriza. «Esta enfermedad es la cruz del mundo, y nosotras somos las Hermanas de la Cruz», señalaron, antes de pedir a los sevillanos que «recen» por ellas.
La noticia ha tenido un impacto enorme en la ciudad desde que se conoció, ya que se trata de una de las instituciones más queridas de Sevilla. Hermandades, colectivos y particulares han llamado a través de las redes sociales a rezar por estas monjas consideradas santas en vida por los sevillanos y que abrazan la cruz de Cristo, que se han contagiado a buen seguro por su ayuda a los más necesitados.
El contagio en Santa Paula y Madre de Dios
La clausura del convento de las Hermanas de la Cruz llega apenas unas semanas después de que las autoridades sanitarias tuvieran que tomar la misma medida en Santa Paula. Allí, la mayoría de las 19 hermanas que habitan el cenobio se contagiaron.
La situación, teniendo en cuenta de que son monjas de clausura, fue dramática, ya que a su confinamiento vital se le unió que no podían salir de sus habitaciones ni para tocar las campanas o rezar en comunidad. Tampoco sus labores en el obrador, por el que viven económicamente. De hecho, la superiora, Tiyama Irimpan, en una carta pidió a los sevillanos que acudieran al convento una vez se curasen y se abriera de nuevo el torno y el museo. En la actualidad, la situación está controlada en Santa Paula. Salvo una de las hermanas a la que le había afectado en mayor medida el virus, el resto se encuentran asintomáticas.
También, en Madre de Dios se contagiaron todas las monjas pero el pasado día 2 de octubre fueron dadas de alta al superar la enfermedad.
Con información de InfoCatólica/ABC