Cuando se trata de espionaje, la Ciudad del Vaticano es uno de los Estados más anárquicos del mundo, afirma Ed Condon en PillarCatholic..
«Si alguien tenía alguna duda, los más altos funcionarios del Vaticano se pasaron dos años grabando, bajo juramento y hablando de ello en audiencia pública [durante el juicio al cardenal Angelo Becciu]».
Y:
«No conozco a una sola persona que trabaje en la Curia Romana que no bromee rutinariamente sobre todos los teléfonos intervenidos, o haga chistes sobre quién es el espía de la oficina en cada departamento».
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La historia paralela más notable que surgió del juicio financiero del Vaticano ha sido el uso casual y aparentemente generalizado por parte de funcionarios del Vaticano de contratistas privados y personal de seguridad para llevar a cabo vigilancia extraoficial y a veces obviamente ilegal.
El actual sostituto , el arzobispo Edgar Peña Parra, por ejemplo, no sólo admitió haber ordenado espionaje de represalia extralegal contra funcionarios bancarios del Vaticano, sino que se jactó de ello ante el tribunal y dijo que lo volvería a hacer si le apetecía.
Otros espectáculos paralelos de la saga no acusados, y en gran medida poco investigados y reportados, incluyen a Marogna que afirma haber compilado expedientes con información comprometedora sobre altos funcionarios del Vaticano para el cardenal Becciu, y una serie de hombres de negocios que se apoyan en sus autodenominadas “relaciones bastante buenas con el mundo de la inteligencia italiana” en el curso de sus negocios con la Santa Sede.»
Ciudad del Vaticano.
Martes 12 de marzo de 2024.
esnews.
