A través del comunicado “Un compromiso que trasciende las urnas: Llamado a la oración perseverante rumbo a las elecciones”, los obispos de México pretenden activar una fuerte red de oración intensiva prolongándose hasta el 2 de junio, fecha del crucial proceso electoral que decidirá la continuidad o disrupción hacia una nueva ruta para vencer al oficialismo populista.
Convocando a las comunidades contemplativas a nivel nacional, la cúpula eclesiástica pretende suscitar oraciones “ininterrumpidas” afianzándose del consejo evangélico que se lee en Mateo 18, 19: “Les aseguro que, si dos se ponen de acuerdo para pedir algo en oración, mi Padre celestial se lo concederá”.
Para conseguir lo anterior, los prelados pretenden que las elecciones, en donde se renovarán cerca de 20 mil cargos de elección popular, entre ellos, la presidencia de la República, se realicen en paz y de forma transparente. “Que todo el pueblo mexicano haga conciencia de su compromiso nacional para que salga a votar y elija dirigentes que busquen sinceramente el bien común”, afirman.
Dirigiendo estas palabras al pueblo de Dios y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, animan igualmente a que persona se una “fraternalmente” a la iniciativa del Episcopado y sumar plegarias y oraciones a Nuestro Señor a fin de que “ilumine la conciencia de todos los mexicanos” para promover el bien común conforme a los principios de la Doctrina Social de la Iglesia; no solamente el exhorto a la oración es dirigida a la comunidad católica mexicana, también a los fieles de otras confesiones religiosas “para que podamos elevar nuestra súplicas al Creador, cada uno según las propias tradiciones y creencias, pero unánimes en el anhelo del bien para nuestra amada nación”.
Animando igualmente a superar las diferencias, también reconocen que la oración puede conjuntar diversas voces para multiplicar “la fuerza espiritual” e iluminar la conciencia de la sociedad para promover la justicia, la honestidad, la paz y la fraternidad” en México por lo que el mensaje pretende ser “incluyente” valorando la “diversidad” para que, “después de elevar nuestra súplicas al cielo”, sea tiempo de actuar en la tierra con responsabilidad cívica.
Así, el objetivo fundamental del Episcopado Mexicano es un voto libre y razonado el dos de junio “como expresión de amor a México” para hacer realidad los anhelos de justicia, paz, honestidad y prosperidad que anidan en el corazón de todos los mexicanos”, invocando la protección de la Virgen de Guadalupe para edificar un país más justo y fraterno para todos.
El comunicado completo puede leerse aquí
“Eminencia” en materia electoral capacita a clero
Por otro lado, en esta ascendente actividad electoral del clero mexicano en cuestiones electorales, el lunes 19 de febrero, la Conferencia del Episcopado Mexicano realizó la capacitación y asesoría en materia jurídica sobre derecho electoral para ministros del culto y asociaciones religiosas.
Impartido de forma virtual por el magistrado de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, Felipe de la Mata Pizaña, el comunicado interno, suscrito por el secretario general de la CEM, Ramón Castro Castro, fue dirigido a los obispos que conforman las 98 circunscripciones eclesiásticas de la Iglesia católica mexicana.
“Confiamos en que el Señor ha puesto en nuestro camino a esta eminencia en la materia para orientarnos pastoralmente en estos tiempos difíciles”, dice el secretario general refiriéndose así del magistrado De la Mata Pizaña.
Junto con la convocatoria hecha a cardenales, obispos y arzobispos, además de los respectivos equipos jurídicos y de pastoral, se acompañó un curriculum in extenso del magistrado, particularmente incisivo en las sentencias sobre la aplicación de multas al partido de López Obrador y quién, además, ha advertido del peligro que corren las elecciones por la presencia del crimen organizado, denuncia que ha llevado a diversos foros a nivel nacional y en los que ha dicho que los grupos criminales ya están ejerciendo poder de gobierno aunque “no tenga la constancia de gobernante, es el que manda”, según ha manifestado en sus exposiciones.
Mata Pizaño es magistrado de la Sala Superior desde el 4 de noviembre de 2016. Su encargo terminará en 2025 conforme a las disposiciones de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que señalan que quienes ocupan un lugar en la máxima instancia de justicia electoral lo harán por nueve años.