¡Alabado sea Jesucristo!
Queridos fieles católicos, especialmente aquellos que sufren a causa de la crisis inaudita de nuestra santa Madre Iglesia en estos días.
¡Queridos padres y madres de familias católicas!
¡Queridos jóvenes católicos!
¡Queridos inocentes niños católicos!
¡Y especialmente queridas religiosas contemplativas, joyas espirituales de la Iglesia!
¡Queridos seminaristas católicos!
¡Queridos sacerdotes católicos, que sois el amor del Sagrado Corazón de Jesús!
La confusión dentro de la Iglesia ha llegado a tal punto que debemos orar al Señor con las palabras de Ester: “No tenemos otra ayuda fuera de ti” (Ester 4,31). Por eso, refugiémonos en el Inmaculado Corazón de María a través de la Oración diaria para implorar por santos Papas. Clamemos con el salmista:
“¡Levántate, Señor! ¿Por qué duermes? ¡Levántate! No nos rechaces más” (Salmo 43,24).
+ Athanasius Schneider, obispo auxiliar de la archidiócesis de María Santísima en Astana.
18 de enero de 2024, antigua fiesta de la Cátedra de San Pedro en Roma