Después de informar, el jueves 11 de enero de 2024, de la partida de Mons. Luigi (Don Gigi) Ginami para el 59º Viaje Solidario y Solidario de la Santina Fundación y la Asociación Amigos de Santina Zucchinelli Onlus del 11 al 22 de enero de 2024 en México, con el tema Sólo los que están lo suficientemente locos como para pensar en cambiar el mundo realmente lo cambian , se concelebró el Santo Misa de inauguración de la enfermería, presidida por el Arzobispo Metropolitano de Acapulco, Monseñor Leopoldo González González, seguida de una hermosa fiesta, que relata aquí Don Luigi en su Informe 59/3
Informe 59/3 – Inauguración de la enfermería del penal de Las Cruces. Pintarse la cara color esperanza
“Pintarse la cara color esperanza tentar el futuro con el corazon”: es el estribillo de una hermosa canción de hace muchos años pero aún vigente con la que los presos nos reciben en una maravillosa celebración de colores. “Pintar la esperanza en el rostro y afrontar el futuro con el corazón” es una fuerte inspiración para estos días y para este día del martes 16 de enero de 2024, en el que con muchos esfuerzos inauguramos la enfermería del penal de Las Cruces, en Acapulco.
Esta inauguración debía tener lugar en noviembre del año pasado, pero un formidable monstruo con tentáculos redujo a Acapulco a la pulpa, con el 80% de las viviendas destruidas. Un desastre humano sobre una población torturada por los narcos, como nos lo mostrará la historia de Amalia, de la que hablaremos en el próximo reportaje, una extraordinaria, intensa historia divina de sufrimiento por la violencia y el huracán. Quizás la historia más fuerte que jamás haya contado. El próximo folleto número 45 de #VoltoDiSperanza estará dedicado a Amalia .
Debido a ese huracán trasladamos nuestro viaje solidario al presente. Pero como hemos descrito, nuestro viaje es en una ciudad completamente fuera de control, con la guardia nacional en las calles, el paro general del transporte y la fuerte violencia que aquí se vive en estos momentos. Es verdaderamente el viaje más complicado, peligroso y difícil de los que hemos hecho hasta ahora en México.
La víspera de nuestra toma de posesión, Monseñor Leopoldo González González, Arzobispo Metropolitano de Acapulco, nos llama y nos dice:
“Gigi, hoy en Las Cruces mataron a dos guardias penitenciarios e hirieron a una funcionaria de prisiones. Además, debes saber que hace dos semanas, si no me equivoco, el 29 de diciembre, hubo un gran motín en el penal porque trasladaron a 61 presos peligrosos de las bandas del narcotráfico a otro penal… Mañana la situación podría volverse «Acalorado y hay que tener cuidado de que la celebración no se convierta en tragedia».
Le respondí:
“Excelencia, esta toma de posesión es ciertamente un momento importante para mí y más aún en este contexto de desesperación. No quiero ser un problema, sino ser una pequeña esperanza para Acapulco con la Fundación Santina. Dime qué tenemos que hacer».
Monseñor Leopoldo dice:
«Si tienen ganas, vámonos, pero conscientes de los riesgos que implica».
Le digo:
“Excelencia, gracias por esta conversación. También me gustaría ir a encontrarme con los 1.440 presos que nos esperan».
Monseñor Leopoldo lo abrevia: “Muy buenas, buenas noches y nos vemos mañana a las 10.00 en Las Cruces”.
Paso la noche tranquilamente y por la mañana nos vamos a la cárcel con Magda y Dulce. En la entrada nos esperan el Director, Monseñor Leopoldo, el Párroco de La Laja, el Padre Hugo y los dos capellanes del penal grande. Entramos juntos y en la entrada estalla una celebración de colores y sonidos.
Los presos y presas formaron un coro. Nos ponen collares de flores al cuello, nos saludan cordialmente y cantan una canción que me conmueve:
“Pintarse la cara color esperanza tempr el futuro con el corazon”.
Con estas palabras – colorea tu rostro de esperanza y piensa en el futuro con tu corazón – en el huracán de dolor y muerte en el que nos encontramos, donde reinan la angustia, el miedo y la violencia, disuelven mi miedo y abren mi alma a la celebración. El director del penal nos ofrece un delicioso desayuno mexicano con fruta, tortillas, queso y café.
La prisión también fue golpeada por el huracán Otis, pero no causó daños como el resto de la ciudad y casi milagrosamente nuestro trabajo de renovación se salvó. La nueva Directora, junto con Sonia, miembro de nuestra Asociación Amigos de Santina Zucchinelli Onlus, nos hablan de las dificultades de la prisión y de la terrible violencia, que no ha amainado en absoluto.
El rico desayuno finaliza recordando a Martín, el preso a quien dedicamos el folleto número 40 #VoltoDiSperanza , con el tema Perdonar no cambia el pasado, cambia el futuro [ AQUÍ ] . El anciano está gravemente enfermo y ha sido trasladado a otro penal, porque los hospitales de Acapulco no funcionan bien…. Y aunque los hospitales no funcionan bien, la enfermería de la prisión tiene una nueva cara gracias a la renovación que hemos hecho posible.
Después del desayuno bajamos al patio, donde se prepara el altar con flores y adornos coloridos. El Arzobispo Metropolitano de Acapulco, Monseñor Leopoldo González González, preside la Santa Misa y habla sobre la figura del Buen Samaritano y nuestra ayuda al penal. Están presentes trabajadores sociales, algunos representantes de los reclusos y un grupo de reclusas. Las tremendas medidas de seguridad no permiten en absoluto grandes reuniones, por lo que participamos unas 150 personas. El calor tropical se hace muy fuerte y algunos presos levantan una gran lona que nos da sombra.
Una vez finalizada la Celebración Eucarística nos llevan a la enfermería, llamada Àrea Médica. El año pasado las distintas clínicas estaban inutilizables y llenas de moho, por lo que fue necesario realizar un fuerte trabajo de impermeabilización reconstruyendo algunas paredes, repintando otras y reactivando las tuberías de agua y electricidad.
El Área Médica, que atiende a 1.400 personas, no es pequeña. Hay clínicas (dentista, oftalmólogo, etc.) y también una veintena de habitaciones para presos que necesitan estar hospitalizados durante unos días. El Director nos muestra junto al médico los diferentes trabajos realizados que documentamos con vídeos y fotografías. Realmente un excelente trabajo, con una pequeña inversión, pero con el gran trabajo de los presos. La conmovedora escena de África se repite hace unos meses, donde en la prisión de Garissa, en Kenia, un sistema de riego transformó 4 kilómetros de tierra abrasada por el sol, con nuestra intervención, pero sobre todo con el trabajo de los presos [ AQUÍ ] .
Esto… me da vueltas la cabeza, me convence: lo importante no es el dinero pagado sino la pasión puesta para hacerlo funcionar y los internos ponen más que pasión en esto, ponen el corazón. Y así, una vez más ocurre el milagro y los médicos con batas blancas tratan a los prisioneros enfermos. Saborear estos momentos, compartir estos proyectos, su esfuerzo pero también la alegría es muy noble, también porque si los presos ponen su pasión, el dinero viene de los pobres.
Atrás quedaron los días en los que recibía dinero por mi posición prestigiosa, ahora paradójicamente el dinero llega más y es un regalo de los pobres, del esfuerzo y la determinación de ayudar a los que están enfermos. Precisamente estos dos ingredientes: el corazón de los presos y su gran esfuerzo teniendo en cuenta sus limitados medios, y la generosidad de quienes te dan su sustento (pensionistas, limpiadores, trabajadores… y no ricos multimillonarios), Dios pone el suyo y realiza el milagro. Cuando iniciamos un proyecto muchas veces no hay dinero, entonces la Providencia mágicamente llama a nuestras arcas y llega el dinero necesario. Lo saben bien los presos de Las Cruces a los que mantuve informados sobre la financiación, como también los que nos dan un euro… Blanca, una presa que fue cantante y bailarina, recita un precioso discurso en el que habla precisamente de esto.
Saludamos a los médicos y enfermeras con Monseñor Leopoldo, y así llegamos a la entrada principal donde se puede ver nuestro gran logo de la Asociación Santina. Se ve bien desde lejos y a medida que me acerco veo a la vista la dedicatoria: «A Giovanna y Pietro Beschi» son la madre y el padre de los padres del obispo de Bérgamo, monseñor Francesco Beschi.
El arzobispo de Acapulco Leopoldo conoce bien al obispo de Bérgamo Francesco. Hace unos años, la oficina misionera de la diócesis de Bérgamo había pagado a las arcas de la Fundación Santina el coste total de la creación de un monumento a las víctimas de la violencia en La Laja [ AQUÍ ] . El Nuncio Apostólico había visitado la obra y los periódicos mexicanos habían publicado varios artículos. El obispo de Bérgamo había enviado una hermosa carta a las víctimas de la violencia y el arzobispo de Acapulco le había respondido con una afectuosa carta. Por eso, cada año que vengo no falta un pequeño obsequio para Mons. Francesco Beschi. El año pasado fue una estola litúrgica, este año una mochila hecha por presos. Son pequeños carteles que dicen compartir.
Giovanna y Pietro Beschi son los padres de mi obispo. Descubrí un poco sobre ellos: dos padres excepcionales. Pero cuando los padres tienen un hijo sacerdote, es un gran regalo para Dios, la Iglesia y la sociedad. Precisamente este «regalo» es el que el Consejo de Administración de la Fundación Santina Onlus pretende celebrar dedicándoles esta importante obra.
Todos nosotros, y yo en primer lugar, estamos agradecidos a Mons. Francisco, porque ha estado cerca de nosotros desde el principio. En cuanto a nuestra Fundación Santina Onlus, que nació con la intención de preservar y renovar en el tiempo el meritorio objetivo original de sus Fundadores (la Asociación Amigos de Santina Zucchinelli Onlus y Monseñor Luigi Ginami), vinculando a ella a los administradores que a lo largo de los años tiene éxito al frente de la organización, con métodos estatutarios de nombramiento que permiten la continuidad del liderazgo en el tiempo, el artículo 7 del Estatuto, que estudiamos junto con Monseñor Beschi, quien lo aprobó específicamente, dice que si por cualquier motivo el nombramiento de los miembros del Consejo de Administración no puede realizarse en las formas indicadas, la competencia para el nombramiento de los miembros del Consejo de Administración y la determinación de su número recaerá en el Ordinario pro tempore de la Diócesis de Bérgamo.
Monseñor Leopoldo, director de la prisión y Sara, la hermosa niña que representa a los presos, pronuncian tres hermosos discursos de agradecimiento al obispo Francesco y a la Fundación Santina.
A mi regreso estaré feliz de entregarle estos regalos y agradecerle de corazón por permitirme realizar obras tan maravillosas en el mundo y en Bérgamo: ¡Gracias, obispo Francisco! Esta enfermería es nuestro más sincero y humilde agradecimiento, con la esperanza de que en el futuro Monseñor Francesco venga a ver esta prisión y celebre una Santa Misa. ¡Veo los nombres de Giovanna y Pietro y me conmuevo! La obra que se les dedica no es ciertamente un gran hospital como el de Papa Giovanni, ni tampoco una costosa clínica para ricos. Nuestra clínica parece más bien un hospital de campaña… tan querido por el Papa Francisco, para tratar a los pobres y a los presos.
Y sí, porque aquí ciertamente no hay ningún El Chapo Guzmán preso, ni líderes de cárteles poderosos. Esos están afuera e impunes en este narcoestado de México. Aquí hay ladrones y ladrones de gallinas. Ahora está Damaris, la mamá de Santina, quien me abraza con emoción cuando le muestro la foto de su hija. De hecho, visité a la pequeña Santina el día de mi cumpleaños.
Aquí hay jóvenes de ojos profundos, tristes, pero hermosos. Luego del corte de listón, Mons. Leopoldo nos dejó por otros compromisos y se desató la fiesta, con las dos bailarinas Sara y Blanca, con Juan, un artista perdedor que terminó preso por una historia increíble. Son canciones, bailes, sketches y chistes. Y en ese momento los ojos de las jóvenes internas se iluminan, se convierten en estrellas, las hermosas estrellas que veo por las noches mientras me quedo dormido exhausto en la habitación de la casa de Magda.
Son días intensos, te agotan, te llenan el corazón y lo drogan. Y pide perdón a Dios por tu gran estupidez y mezquindad. Esta hermosa y significativa obra me ha llenado de fuerza y coraje para continuar en este camino.
Son las doce de la mañana del miércoles 17 de enero de 2024. Me preparo para ir al Seminario de Acapulco, donde nos encontraremos con los cinco seminaristas del programa de adopción a distancia #FelixProgram2021: Pedro Fernández Mayo, Ysai Hernández López, Luis Antonio Jiménenez Carmaona , José Ángel Rodríguez Navarrete y José Alfredo García Aguire.
POR Vik van Brantegem.
ROMA, ITALIA.
JUEVES 18 DE ENERO DE 2024.
KORAZYM.
