El obispo de Roma no había puesto un pie en su basílica catedral desde el 9 de noviembre de 2019. A partir del 7 de marzo de ese año el Pontífice ya no quiso reunirse con los sacerdotes de Roma. Sólo el año pasado aceptó el consejo de sabios colaboradores de reunirse con sus sacerdotes, pero no en pequeños grupos.
Ayer, 13 de enero de 2024, el Pontífice se dirigió a la Basílica de San Juan de Letrán y dirigió un discurso a los sacerdotes y diáconos que trabajan en la diócesis. Cinco años para escuchar exactamente las mismas cosas y ver al Papa regatear las preguntas incómodas.
Aire tenso en S. Giovanni
Muchos sacerdotes optaron por no participar, especialmente aquellos que son verdaderamente sacerdotes romanos. Esta mañana, de hecho, el encuentro estuvo abierto a todos los que presentaron a la celebridad y al final muchos fueron sacerdotes o diáconos que ejercen su ministerio en la Ciudad pero ni siquiera están incardinados. Todos los obispos auxiliares estaban alineados en la primera fila. Rostros tensos, aire irrespirable. Al lado del Pontífice, sin embargo, está el cardenal Angelo De Donatis, que ahora, gracias a la nueva Constitución, no puede hacer más que ser una bella estatuilla.
Las palabras de saludo de su vicario al obispo de Roma fueron sutiles, mordaces. De Donatis extendió las manos antes de agradecer al Papa su presencia, subrayando que «en otras circunstancias usted me dijo que el incienso debería reservarse para otros momentos». Luego recordó el discurso que Francisco pronunció a los fieles de la diócesis de Roma el 18 de septiembre de 2021. Se trata de un momento histórico particularmente tenso entre el Papa y su diócesis. En aquella ocasión Bergoglio quiso que toda la diócesis viniera al Vaticano a informar. El Pontífice se negó a ir a S. Giovanni de Letrán. El Papa comenzó aquel encuentro diciendo: « Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días! Como sabes, ¡ esto no es nada nuevo! –, está a punto de comenzar un proceso sinodal , un camino en el que toda la Iglesia se encuentra comprometida en torno al tema: «Por una Iglesia sinodal: comunión, participación, misión»: tres pilares».
Esto no es nada nuevo , afirmó Bergoglio. El Pontífice, de hecho, se preocupó mucho cuando supo que su diócesis no reflexionaba sobre las cuestiones que le pasaban por la cabeza. De Donatis dijo esta mañana: «Nos invitaste a escuchar. Ya lo estábamos haciendo pero su sentida invitación nos impactó mucho.» Pequeñas piedritas que caen de los zapatos de quien está harto y ahora sabe que no tiene nada que perder.
Después de esta excavación, el Vicario dijo: «Nos invitaste a escucharnos en todos los niveles de la Iglesia, hoy estamos contentos de tu presencia aquí entre nosotros porque estás aquí para escucharnos». En realidad, todo el mundo es consciente, y lo sabíamos incluso antes de escuchar las respuestas de Francisco, de que él no está aquí para escucharnos sino para hacernos entender lo que tiene que decir , cuál es su idea de la Iglesia y cuál es su los deseos son.. De hecho, a todas las preguntas que le fueron formuladas, Francisco nunca respondió puntualmente cuando se trataba de preguntas incómodas.
El Pontífice saludó al clero romano justificándose y diciendo que no se había reunido con ellos desde hacía dos años. Quizás las matemáticas sean una opinión, pero el Papa no se reúne con sus sacerdotes desde el 7 de marzo de 2019 , ni siquiera dos años . La culpa, dijo el Papa, fue la pandemia. Probablemente no se dio cuenta de que estamos en 2024 y ha realizado muchas actividades, especialmente entrevistas. ¿Los únicos que corrían el riesgo de transmitirle el COVID eran los sacerdotes de Roma?
Un sacerdote subrayó que la expresión utilizada por el Papa Francisco en la Conferencia Eclesial de 2016 le había impactado un poco. En aquella ocasión, de hecho, el Pontífice dijo: «Jesús está actuando un poco estúpido». Evidentemente la Oficina de Prensa de la Santa Sede cambió inmediatamente el discurso y ahora se puede leer: «Jesús se hace el tonto«. Esto confirma el hecho de que incluso sus seguidores lo censuran.
El Papa reiteró hoy que «el Señor parece un poco estúpido, parece no entender pero tiene paciencia«.
Otra crítica dirigida al Pontífice se refería a la Constitución Apostólica In Ecclesiarum Communion.
Sin embargo, en lugar de insistir en todas las cuestiones jurídicas, se le preguntó al Papa por qué no se había previsto una oficina para el primer anuncio. “Celebraremos el día de la palabra de Dios pero no hemos recibido ninguna indicación, no se le ha dado suficiente importancia”, dijo al Papa. Escuchar algunas liberaciones a veces provoca picazón en las manos. Francisco fue el Papa que firmó el motu proprio Aperuit Illis con el que se instituyó el Domingo de la Palabra de Dios, documento válido para la Iglesia universal, no sólo para la de Roma. ¿Que más necesitamos? Si quiere hacer algunas observaciones, al menos hágalo sobre temas serios, en lugar de decir tonterías. Quizás con este pontificado hemos olvidado que no necesitamos continuas indicaciones, continuos folletos, continuos carteles. ¿Quieres que tus feligreses reflexionen sobre un tema? ¡Hazlo! No es necesaria la intervención del Papa: no somos directores ejecutivos, tenemos una responsabilidad sobre aquellos que nos han sido confiados. Mañana no podremos decirle al Señor: «No, pero no hice esto porque la oficina de la curia no me dijo nada».
Nunca una palabra de agradecimiento hacia el clero, especialmente hacia su clero romano. También sobre las homilías el Papa dijo: “Aquí en Roma hablamos mucho, esto no está bien. ¡ Lea Evangelii Gaudium! “
Francisco desempolvó el repertorio: sacerdotes oficiales, sacerdotes mundanos, clérigos estatales, etc. No faltaron los ataques a los sacerdotes jóvenes. Francisco es el ejemplo más claro del sacerdote reprimido en 1968, decepcionado por el hecho de que todas sus ambiciones e ideales se han hecho añicos contra la realidad. La forma en que expresan su intolerancia es arremeter contra el clero joven, emprendedor , dispuesto, lleno de deseos de volver a las raíces de la fe católica. Hay ciertos celos, envidia hacia esta generación. El Papa dijo: “El atraso es un problema. Veo a muchos jóvenes que intentan limitarse a las formalidades, a vestirse. Ves a estos jóvenes que van a Euroclero, a Barbiconi a buscar a Bonete». Tenemos que preguntarnos ¿cuándo llega el Papa a estas realidades? Una vez más se pone en la boca palabras que le dicen los ancianos reprimidos que forman parte del círculo mágico . También tenemos que preguntarnos: “¿Cómo puede alguien que les dice estas cosas ver a sacerdotes jóvenes en las sastrerías? ¿Quizás porque ellos también están allí?
El Papa continuó: “Es un retroceso. Esto es atraso, es algo malo. No se trata de ir a la raíz de la tradición para seguir adelante, eso sí. Esta es una actitud al revés, tengan cuidado». Por lo tanto, comprarse la propia ropa de presbítero y no andar descuidadamente con pantalones negros bajo la sotana blanca significa estar al revés. Piénselo, somos tan ingenuos que pensábamos que el decoro y el orden eran virtudes. Una vez se llamó descuido, hoy se llama atraso.
Al fin y al cabo, qué puedo decir, hay quien gasta dinero en comprarse un sombrero y hay quien se lo regala a los amigos de Michele Di Tolve por quién sabe qué oscuros motivos. Son elecciones.
Los diáconos ambiciosos
Ciertamente faltaba en el pase de lista el diácono permanente, con su esposa e hijos, quienes comenzaron a quejarse porque «cuando salgo nadie sabe que soy diácono. Nosotros también deberíamos tener algo distintivo».
La preocupación de estos diáconos permanentes es precisamente ésta: ponerse la sotana o el clérigo. Quizás entonces, de la mano de su mujer, deambulen por las calles de la ciudad con el collar. El nivel de inteligencia de estos individuos se puede ver en el hecho de que le hacen esa pregunta a un Papa que quitaría el hábito incluso a los sacerdotes, y mucho menos a los diáconos. De hecho, la respuesta fue particularmente sabia.
«Los diáconos tienen una tentación: ¡ la tentación del altar! Siempre digo a los obispos: ahuyentan a los diáconos del altar. Los diáconos fueron creados para la proclamación del evangelio. Es malo ver la clericalización de los diáconos. Tienen que estar entre la gente». dijo el Papa.
Respecto a la Fiducia Supplicans, Francisco dijo: «Bendice a los hombres siempre. No organizaciones. Gente. La sociedad para la promoción LGBT viene y pide bendición, pero esto no. Pero si viene la persona, sí. Bendice siempre a la gente.» A un sacerdote congoleño que también pidió explicaciones sobre la posición adoptada por los prelados africanos, el Papa dijo: «Allí en África existe una cultura muy especial hacia los homosexuales y esto no se comprende muy bien. El cardenal Ambongo [Fridolin Ambongo Besungu ed. ] lo explicó bien. Yo digo esto: siempre bendecimos a los pecadores pero no al pecado. Es cierto que es una cuestión que toca el cuarto mandamiento, perdón el sexto mandamiento y la cosa está un poco quemada. Muchas veces no nos preguntamos que bendecimos a los empresarios y a los políticos que son criminales».
Una vez más hubo quienes pidieron al Papa un contacto directo y exclusivo para los sacerdotes de Roma. Hay que decir que si el Pontífice hubiera dejado la estructura como estaba, los sacerdotes probablemente no habrían desarrollado toda esta necesidad de llegar a Santa Marta. Al mismo tiempo, Francisco sigue respondiendo que «muchos de vosotros venís a mí» . Ahora la pregunta es la siguiente: ¿quiénes son estos “muchos”? ¿Quizás Bergoglio cree que el clero romano es Renato Tarantelli? Porque si son tantos, al menos dinos quiénes son.
La reflexión, sin embargo, debería ser seria. Con toda la estructura creada por Francisco con la nueva Constitución, ¿por qué los sacerdotes todavía no saben a quién acudir? ¿Por qué no podemos entender quién tiene que resolver los problemas más prácticos cuando sea necesario?
Preseminario San Pío X y Rupnik
« Santo Padre – comenzó un sacerdote – acepto la invitación que usted nos hizo al principio, pidiéndonos que saquemos las bombas que llevamos en el corazón. Tengo uno desde hace varios años y no me gustaría volver a cargarlo. Sigo espiritualmente a un chico que a los quince años fue agredido por su párroco. También conozco a un joven que salió del San Pío. Tengo motivos para pensar que el juicio no arrojó ninguna luz sobre ese caso. Me pregunto: ¿llegará el momento en que realmente arrojaremos luz sobre estos acontecimientos para hacer justicia a las víctimas o todo terminará en nada parecido al caso Rupnik ?».
El Papa actuó un poco ignorante al fingir no entender a qué seminario se refería el sacerdote. Las referencias, sin embargo, eran claras porque el seminario menor romano no está «a pocos pasos de su residencia» y, sobre todo, nunca estuvo involucrado en ningún proceso.
El Pontífice explicó que «se cerró porque no había claridad y la solución era clara» . ¡Buena solución! ¿Por qué entonces no se cerró el Centro Aletti , siguiendo el mismo sistema? La estructura y el ideal que sustentaban el Preseminario San Pío X eran absolutamente nobles. Si ha habido problemas se resuelven pero no se cierran las estructuras. Incluso en este asunto fue Silere non possum quien aclaró y publicó la sentencia en exclusiva. El problema, como suele ser habitual, es que quienes hablan de ello no suelen ser nunca objetivos. La Verdad nunca es blanca o negra. Y actuar instintivamente como lo hace el Papa siempre es perjudicial.
Francisco claramente pasó por alto la cuestión de Rupnik al hacer consideraciones aleatorias sobre la situación en varios seminarios, incluso en España. Una vez más el sistema es: ¡respondo lo que quiero!
ROMA, ITALIA.
13 DE ENERO DE 2024.
SILERE NON POSSUM.
