Elaborando esta entrada, recordamos a un hombre que conoce casi todas las pequeñas islas del Caribe y, contando generalidades sobre ellas, advertía que lo que tenían casi todas en común es lo costoso de llegar a ellas.
Pues bien, en una de esas paradisíacas islas de las Antillas Menores, la de Santa Lucía, donde evidentemente nunca iremos por lo que acabamos de anotar, ha surgido la voz valiente y corajuda (¿no es esa la palabra que le gusta usar a Francisco?) de un arzobispo que ha prohibido le bendición de parejas homosexuales en su jurisdicción, o mejor, jurisdicciones, porque aparte de su arquidiócesis tiene también a su cargo una diócesis.
Hablamos de Mons. Gabriel Malzaire, arzobispo de Castries y administrador apostólico de Roseau quien, reaccionando a la Declaración Fiducia supplicans, emitió un comunicado de prensa publicado en las redes sociales de la arquidiócesis de Castries, Ene-12-2023, y en cuyo punto quinto afirma (en el video ir a 6:09):
Cinco. A ningún clerigo en la arquidiócesis de Castries o la diócesis de Roseau, por las cuales soy responsable, se le permite garantizar una bendición sobre una unión pecaminosa.
Ello en cuanto al comunicado oficial, pero en realidad el arzobispo Malzaire ya se había expresado anteriormente en el mismo sentido abordado por los medios de comunicación locales, ejemplo.
sábado 13 de enero de 2023.
secretummeummihi.
