Francisco pidió el lunes la prohibición universal de la maternidad subrogada [que equivale al tráfico de niños].
«Considero despreciable la práctica de la llamada maternidad subrogada, que representa una grave violación de la dignidad de la mujer y del niño, basada en la explotación de situaciones de necesidad material de la madre», dijo durante un discurso a los embajadores acreditados ante la Santa Sede.
Como era de esperar, el mismo Francisco ya había aceptado de facto la maternidad subrogada cuando afirmó en noviembre que un niño nacido por gestación subrogada y adquirido por dos concubinos homosexuales podía ser bautizado. Al hacerlo, evitó cualquier palabra crítica sobre la maternidad subrogada y, por tanto, aceptó la maternidad subrogada como algo que debe darse por sentado.
LUNES 7 DE ENERO DE 2O24.
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