El Vaticano se enfrenta estos días a un dilema de no poca importancia: conceder o no los tradicionales pergaminos con la bendición del Papa Francisco también a las parejas gay que hagan la solicitud. La cuestión espinosísima se presenta inevitablemente luego de la introducción del documento del Dicasterio de la Fe, firmado por el cardenal argentino Víctor Manuel Fernández con la autorización del pontífice, que contiene luz verde para las bendiciones no litúrgicas de las relaciones homosexuales, causando un alud nunca antes visto en la Iglesia hasta tal punto que varios episcopados están decididos a no aplicar la disposición en el territorio canónico bajo su jurisdicción.
Parejas gay, las primeras demandas en el Vaticano
Mientras tanto, al Vaticano han comenzado a llegar las primeras demandas de parejas del mismo sexo que han solicitado un pergamino firmado por el Papa Francisco.
Se trata de un folio finamente decorado, con la imagen de Francisco en la parte superior y unas líneas en caracteres góticos en el centro, y la inscripción «Su Santidad imparte de todo corazón la bendición apostólica a… con motivo de las bodas e invoca nuevas efusiones de gracias celestiales sobre la naciente familia», en la parte inferior el sello pontificio y la firma del limosnero apostólico.
Se trata del típico pergamino con la bendición papal que se regala en ocasiones especiales: bodas, aniversarios, bautizos, comuniones, confirmaciones, profesiones religiosas, ordenaciones presbiterales, pero incluso cumpleaños. Una práctica extendida en todo el mundo que recuerda un poco a la centenaria venta de indulgencias, también porque los pergaminos son pagos. Los costes, en la web de la Limosnería Apostólica, van desde un mínimo de 20 euros hasta 30 euros, envío incluido. Un servicio que para el pequeño Estado pontificio sirve para recaudar fondos y producir un flujo de caja de varios millones de euros al año que se destina a la caridad del pontífice, bajo la dirección del limosnero, el cardenal polaco Konrad Krajewski. La bendición se puede obtener en siete idiomas, basta con proporcionar el nombre y apellido del solicitante, el destinatario de la bendición y el motivo por el cual se solicita.
Justo en estos días, entre la avalancha de solicitudes de bendiciones que ha llegado, hay solicitudes de parejas homosexuales que actualmente permanecen sin respuesta. En los últimos días, el cardenal Krajewski ha sido enviado por el Papa a Tierra Santa para mostrar su solidaridad y a su regreso se ocupará de ello, tras reunirse con Francisco en Santa Marta donde será valorada la posibilidad de conceder este pergamino a parejas del mismo sexo. Es de imaginar que lleguen solicitudes similares de todo el mundo. Para Francisco, otra cuestión por resolver.
Por Franca Giansoldati.
Il Messaggero.
