La alegría es parte esencial en la vida del discípulo misionero: no debemos estar tristes; La alegría proviene de una buena noticia o de un acontecimiento bueno: el Evangelio; La alegría plena proviene de Dios y llena el alma de fortaleza, paz y gozo: busquémosla.
«VAS A CONCEBIR Y DAR A LUZ UN HIJO»
Jesús no es engendrado por obra humana: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti»; María concibe por gracia de Dios: «El poder del Altísimo te cubrirá con su sombra»; La vida es obra de Dios y es sagrada: «Porque no hay nada imposible para Dios».
«YO SOY LA ESCLAVA DE SEÑOR, CÚMPLASE EN MÍ LO QUE ME HAS DICHO»
Ser esclava es ser servidora, ponerse a sus pies, estar a su disposición con alegría y amor; María es ejemplo de humildad, obediencia y servicio: debemos imitarla; La Palabra de Dios engendra en el corazón humano: vida, paz, alegría, amor y perdón.