En Israel estalló un escándalo a raíz de una entrevista con uno de los rehenes liberados por Hamás, Yocheved Livshits.
Ella contó a los periodistas sobre el trato humano en cautiverio:
«Nos acostamos en colchones, cuidaron mucho la higiene para que no nos enfermáramos. Cada dos o tres días venía un médico a examinarnos. Se aseguraban de que tuviéramos todo.
«Fueron amables. Nos dieron medicinas. Comimos pan de pita con queso y pepino».
Lo confesado por la rehén jiudía fue calificado como un “desastre de imagen” del gobierno de Israel y atacaron al secretario de prensa del hospital Ichilov, que organizó la conferencia de prensa.
Los servicios de inteligencia israelíes, incluso, llevaron a cabo una investigación interna, pero el secretario de prensa afirmó con razón: nadie tiene derecho a dictar a los rehenes liberados de qué hablar y de qué no hablar.
“¿Por qué no se puede poner énfasis, por ejemplo, en las atrocidades de los terroristas de Hamás?” – el público israelí está indignado.
Ahora, aparentemente, los ex prisioneros serán preparados previamente por las autoridades israelíes para que conferencias de prensa de alguna manera centralizada.
TEL AVIV, ISRAEL.
MARTES 24 DE OCTUBRE DE 2023.
MK/DETALY.
