* Dejan sin agua, sin luz ni gas a toda la población palestina de Gaza.
La guerra que Israel y Hamás libran desde hace tres días no será como las que periódicamente en los últimos años han visto a las dos fuerzas opuestas enfrentarse con bombardeos aéreos y de artillería opuestos al lanzamiento de cohetes. Presumiblemente será mucho más violenta, despiadada, sin restricciones y tal vez incluso con menos atención a los civiles.
Esto se desprende de la naturaleza de los combates en curso en las aldeas y kibutzim que los israelíes están liberando después de días de ocupación por parte de Hamás, que ha matado y secuestrado a soldados y civiles, llevando también los cadáveres a la Franja de Gaza, útiles para ser intercambiados con algún miliciano encarcelado en prisiones israelíes.
Esto también se puede ver en el lenguaje utilizado por los líderes políticos y militares de Israel . El Primer Ministro Benjamín Netanyahu habló de una larga guerra de «venganza», que es diferente a la de represalias o victoria; declaró el estado de guerra e invitó a los civiles palestinos a abandonar la Franja de Gaza en vista de «la aniquilación de los escondites de Hamás».
El ministro de Defensa, Yoav Gallant, tras haber extendido el estado de emergencia a todo el territorio nacional, ordenó ayer «un asedio completo a Gaza».
«Estamos luchando contra monstruos y actuamos en consecuencia».
También se ha interrumpido el suministro de agua desde Israel a la Franja de Gaza, según ha comunicado el ministro israelí de Energía e Infraestructuras, Israel Katz.
«Di instrucciones de que se cortara inmediatamente el suministro de agua de Israel a Gaza», dijo Katz en un comunicado, añadiendo que el flujo de electricidad y combustible se cortó hace dos días.
Una guerra total que permitirá a Israel borrar la vergüenza de haber sufrido la invasión enemiga de parte de su territorio 50 años después de la ofensiva inicialmente exitosa de los ejércitos egipcio y sirio en la guerra de Yom Kippur: un ataque favorecido por los pobres o quizás sólo información de inteligencia desatendida y el hecho de que durante el día festivo muchos soldados desplegados en la Franja de Gaza estaban de permiso.
Sin embargo, la propia ofensiva en la Franja de Gaza llevará a los israelíes a luchar y morir en un laberinto de calles minadas, sótanos transformados en búnkeres y «mártires» dispuestos a hacerse estallar, mientras que las imágenes difundidas por los medios de comunicación gestionados o coordinados por Hamás mostrarán la mundo la «brutalidad de Israel».
Un contexto peligroso para Jerusalén por al menos dos razones:
1.- La propuesta de reforma de la justicia buscada por Netanyahu ha dividido al país, suscitando críticas y protestas incluso entre los militares, y una posible campaña casa por casa en Gaza, podría causar un mayor trauma a la sociedad israelí (no es casualidad que la mayoría y la oposición hablen constituir un gobierno de emergencia), especialmente si las pérdidas fueran elevadas. Y no hay razón para creer que Hamás, después de haber planeado con tanta eficacia el ataque contra territorio israelí, no haya preparado también el terreno para que toda la Franja pudiera hacer frente a un ataque israelí.
2.- La segunda razón es política. Ya ayer lunes, Irán y algunas naciones árabes se pusieron del lado de Hamás (Argelia, Qatar, Siria, Túnez), pero no es difícil comprender la vergüenza de aquellos países árabes que firmaron los Acuerdos de Abraham normalizando sus relaciones con Israel (Emiratos Árabes Unidos, Sudán, Bahrein y Marruecos) si la batalla de Gaza fuera presentada en los medios de comunicación árabes como un genocidio contra los dos millones o más de palestinos que viven en ese territorio.
El ataque de Hamás recibió el aplauso del presidente iraní, Ebrhaim Raisi, que apoya «la legítima defensa de la nación palestina» contra el «régimen sionista y sus partidarios, responsables de la inestabilidad en la región», aunque Teherán niega haber desempeñado un papel en desatando el ataque palestino mientras Hamás revela que contó con el apoyo de Teherán para llevar a cabo la operación Tormenta-Al Aqsa.
En cualquier caso, Israel emerge hoy más débil después de esta crisis en Gaza.
- Más débil a nivel militar porque permitió que mil milicianos ocuparan parte de su territorio, incluso matando y secuestrando a civiles.
- Más débil a nivel político si los acuerdos con el mundo árabe establecidos gracias a dos administraciones diferentes de la Casa Blanca (primero Trump y luego Biden) se ven comprometidos por la evolución de la guerra en curso.
Otro elemento a considerar es que esta guerra determina también el fracaso definitivo del programa lanzado hace 23 años por Israel basado en la cesión de territorios a cambio de paz.
En 2000 los israelíes liderados por el líder laborista Ehud Barak se retiraron del sur del Líbano a cambio de la paz con Hezbollah y en 2005 por orden del «halcón» Ariel Sharon se retiraron de la Franja de Gaza para obtener la paz con los palestinos. Errores sensacionales que no han hecho más que galvanizar a los enemigos de Israel, llevándoles a poder atacar fácilmente el territorio israelí desde las posiciones evacuadas por las tropas israelíes, como también se ha confirmado dramáticamente en los últimos días.
Estados Unidos parece haber comprendido bien que Israel se está preparando para librar una guerra larga . El jefe del Pentágono, Lloyd Austin, aseguró que «proporcionaremos rápidamente a las FDI (Fuerzas de Defensa de Israel) equipos y recursos adicionales, incluidas municiones. Las primeras ayudas de seguridad comenzarán a circular hoy y llegarán en los próximos días», explicó tras enviar el portaaviones Gerald Ford al Mediterráneo oriental como advertencia y disuasión contra cualquiera que se plantee atacar a Israel. Para Estados Unidos, por tanto, se abre un segundo frente para enviar armas y municiones a una nación aliada después de la ucraniana.
Washington, defensor del acercamiento entre árabes e israelíes, seguramente no podrá mediar con Hamás estratégicamente vinculado a Irán mientras Europa vuelve a brillar por la ausencia de iniciativas y propuestas significativas y Rusia no tomará posición en nombre de acuerdos con Israel. pero también relaciones muy cordiales con Irán.
Por este motivo, si hay iniciativas de negociación encaminadas a poner fin al conflicto, muy probablemente provendrán de China, que ya ha mediado con éxito en la paz histórica entre las monarquías suníes del Golfo (saudíes y emiratíes a la cabeza) y los El Irán de los ayatolás.
Por Gianandrea Gaiani.
Periodista boloñés, Licenciado en Historia Contemporánea, se ocupa desde hace 35 años de defensa, seguridad, estudios de conflictos y reportajes en los frentes de guerra de los Balcanes, África, Oriente Medio y Asia Central. Director de la revista Analysis Defense, ha escrito en periódicos y publicaciones periódicas y es comentarista de diversas publicaciones de radio y televisión.
Autor o coautor de una docena de libros, ha impartido conferencias y conferencias en institutos de formación militar y universidades y es miembro de la Sociedad Italiana de Historia Militar.
Martes 10 de octubre de 2023.
Roma, Italia.
lanuovabq.
