El Vaticano demanda el ‘cese inmediato’ del uso de las prohibidas ‘bombas de racimo’ suministradas por EU a Ucrania

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El uso de estas armas, explica la delegación del Vaticano en Ginebra con motivo de la undécima reunión de los Estados miembros de la Convención que prohíbe el uso de estas municiones, «representa una derrota aplastante para personas inocentes que sufren la crueldad del conflicto «.

La Santa Sede pide a todas las partes en el conflicto de Ucrania que cesen inmediatamente el uso de bombas de racimo y relanza el llamamiento ininterrumpido del Papa Francisco a movilizarse por la paz en este país devastado por la guerra. 

Así lo reiteró la delegación de la Santa Sede que intervino el lunes 11 de septiembre en Ginebra en la undécima reunión de los Estados partes en la Convención sobre Municiones en Racimo, presidida por Irak. 

“Las semillas de la paz”, de hecho, “están en el diálogo sincero y en la aplicación del derecho internacional, incluido el derecho internacional humanitario” y “el legado mortífero de las bombas de racimo representa una amarga derrota para las personas inocentes que sufren la crueldad de los conflictos, como así como para el logro del desarrollo humano integral y la preservación de la estabilidad y la paz».

Michele Raviart.

Ciudad del Vaticano.

Human Rights Watch: Kiev usó municiones de racimo en sus bombardeos contra la población civil

06.09.2023.

Municiones de racimo, utilizados por Kiev - Sputnik Mundo, 1920, 05.09.2023

© Sputnik / Viktor Antonyuk

Civiles de Izium, localidad de la región de Járkov, murieron en 2022 a causa de municiones de racimo usadas por militares ucranianos, declaró a Sputnik la directora del departamento jurídico especialista en armamento de Human Rights Watch (HRW), Mary Wareham.

De acuerdo con sus palabras, después de que Rusia replegara sus fuerzas en esta dirección y las tropas ucranianas entraran en esta parte de la región, los expertos de HRW iniciaron sus propias investigaciones en la zona, donde «vieron restos de municiones de racimo por todas partes«.

«Al conocer la dirección desde que se abría el fuego, averiguamos que fue el Ejército ucraniano quien las usó», afirmó. Además, aseguró que la HRW dispone de «testimonios detallados sobre civiles muertos o heridos debido a estas municiones».

Wareham recordó que, a finales de enero, Human Rights Watch publicó un informe sobre la situación en Izium. En ese momento, los activistas de derechos humanos encontraron pruebas de que Ucrania bombardeaba la zona con municiones de racimo, cuando ahí estaban las fuerzas rusas.

En un comunicado publicado por la organización en enero pasado, Ucrania fue acusada de lanzar repetidamente municiones con miles de minas antipersona Lepestok contra el territorio ruso entre abril y septiembre de 2022, causando numerosas víctimas entre civiles. De hecho, 11 personas fallecieron y más de 50 quedaron heridas. A principios de agosto pasado, Rusia compartió con la ONU los datos sobre el uso de esta munición prohibida por Ucrania.

Lepestok, réplica casi idéntica de la munición estadounidense BLU-43/B Dragontooth, es una mina antipersonal colocada a distancia y operada a presión. A una persona inexperta le resulta difícil identificarla como munición peligrosa debido a su forma irregular, parecida a un pétalo (‘lepestok’, en ruso).

Se sabe que estas minas son peligrosas, ya que su aspecto pequeño e inofensivo ha provocado históricamente graves lesiones entre civiles, incluidos niños. En palabras del jefe adjunto de la Misión de Rusia ante la ONU, Dmitri Polianski, el artefacto explosivo «tiene el tamaño de una mano y se parece a un juguete. A un adulto le dejaría mutilado, pero a un niño lo mataría«.

Su uso por Ucrania supone una violación de los acuerdos internacionales. En 2005, Ucrania ratificó la Convención de 1997 sobre la prohibición del empleo, almacenamiento, producción y transferencia de minas antipersonal y sobre su destrucción (Tratado de Ottawa).

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