Martín Zeballos Ayerza, abogado en la Universidad Católica en la Cd. de Buenos Aires, dijo que el adoctrinamiento en las aulas lo orquesta una minoría que representa el 0.33 por ciento de la población argentina.
En base a datos del Censo Nacional Argentino 2010, las parejas homosexuales son el 0.33 por ciento del todo el país y las heterosexuales el 96.66 por ciento, argumentó.
Entrevistado en exclusiva por Agencia Católica de Noticias (ACN), concluyó en que “se les enseña a los alumnos solo un 0.33 por ciento de una realidad.
Enfatizó que otro caso donde el lobby homosexual interviene en la educación fue visible en el préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo que recibió el País, por un total de 200 millones de dólares, en el cual, la institución bancaria no condicionó su uso, siempre y cuando lo devolviera; pero que, si los usaba en políticas de género, -para adoctrinar a los niños-, “era un regalo”.
Tras citar el Evangelio: “Ahí donde está tu tesoro, está tu corazón”, Zeballos Ayerza, lamentó que el gobierno argentino, lo reduzca a una versión yanqui, que es: show me the money, (muéstrame el dinero).
“El gobierno de la Cd. Buenos Aires destina 3.4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) a programas con perspectiva de género, lo que significa 20 veces el gasto en relaciones exteriores y 10 veces lo que se asigna al poder judicial”,
estableció.
Agregó que en el Proyecto de Ley Presupuesto 2021, del Ministerio de Economía de la Nación, muestra que la partida para educación se incrementó 11 por ciento, respecto del presupuesto anterior; mientras que la inversión para género y diversidad se incrementó de forma descomunal hasta mil 350 por ciento (13 veces y media, más).
Quien también es miembro de la división Research-Ladership- Strategy-Execution, división del Population Research Institute (Investigación-liderazgo- estrategia y ejecución), urgió a Padres de familia a distinguir la educación sexual con ideología de género para que los niños aprendan conductas responsables en los salones de clase, “como la que conlleva una relación sexual, que no es solamente genitalidad”.
Dijo que cuando la educación sexual tiene un sesgo o está contaminada por ideología de género, se promueve un adelantamiento del “debut sexual y conductas permisivas, además, no hay ningún estudio que demuestre que estas conductas son saludables para los niños”.
Explicó que, como se observa en la imagen, incluida en los manuales de Aprender en casa que autorizó el gobierno argentino, el enfoque no es de creencias religiosas, ya que cuando se enseña a niños de 3 a 4 años, éste no tendrá elementos como para entender qué es lo que se les enseña, ya que en el fondo se normaliza el homosexualismo.
Zeballos Ayerza, cuenta con Maestría en Administración y Políticas Públicas por la Universidad de San Andrés. Actualmente, brinda herramientas de participación política a las organizaciones provida y familia de Latinoamérica.