* En los mismos días en que el Papa Francisco exaltaba las tradiciones de los pueblos de la estepa, en la región china de Mongolia Interior – donde una quinta parte de la población es mongola -, esta tradición cultural fue tildada de «nihilismo histórico» en nombre de la sinización.
* Mientras tanto, Beijing prohíbe las palabras de Francisco al pueblo chino desde Ulan Bator: no hay rastro en los medios oficiales.
Justo en los días en que el Papa Francisco, durante su histórico viaje a Ulan Bator, exaltaba la historia del pueblo mongol, a algunos cientos de kilómetros más allá de la frontera mongola – en China – esa misma tradición se hizo desaparecer de los estantes de las bibliotecas. De hecho, las autoridades gubernamentales de Mongolia Interior, región autónoma china donde una quinta parte de la población es de etnia mongola, han ordenado la retirada de un volumen de 2004 titulado «Historia general de los mongoles», que la define como un ejemplo de «nihilismo histórico».
La noticia fue reportada por el periódico pro-Beijing de Hong Kong, Sing Tao , que citó una directiva emitida el 25 de agosto por la sucursal de Mongolia Interior de la Asociación para la Distribución de Libros y Revistas, una agencia del gobierno chino. Aún más impactante es el hecho de que el volumen en cuestión -trabajo de académicos del departamento de Estudios Mongoles del Instituto de Educación de Mongolia Interior- ya situaba la cultura mongola en una perspectiva nacionalista china. «Es un libro que a muchos eruditos mongoles no les gusta porque retrata a los mongoles como un pueblo chino», dijo a Radio Free Asia.Yang Haiying, profesor de la Universidad de Shizuoka en Japón. Pero en medio de la sinización, el gran lema del presidente Xi Jinping, que los aparatos del Partido siquiera recuerden hoy la existencia de una identidad mongola común, va demasiado lejos. También porque no son sólo los uigures de Xinjang los que están furiosos con sus reivindicaciones de identidad en la periferia del imperio chino.
Todo esto está también detrás de los obstáculos que puso el gobierno chino a la participación de los obispos de China continental en los momentos de la visita del Papa Francisco a Ulan Bator. Obstáculos que continúan incluso después del viaje, en el que sin embargo algunos pequeños grupos de fieles chinos – que llegaron independientemente con un visado de turista – participaron ondeando la bandera de la República Popular.
De las palabras de gran apertura y amistad hacia el pueblo chino pronunciadas por el Papa Francisco el domingo al final de la misa en Ulan Bator -incluida su exhortación a todos los católicos a ser «buenos cristianos y buenos ciudadanos»-, como era fácil de esperar, no hay rastrode haber aparecido en los medios oficiales chinos.
Pero aún más significativa es la ausencia de cualquier referencia en los reportajes ofrecidos por el sitio Xinde , el sitio más leído por los católicos de China continental, que también actualiza constantemente a sus lectores sobre el magisterio del Papa. No hay razón para pensar que el sitio no quisiera informar tal hecho. Pero evidentemente, en este caso, había una línea roja que habría sido arriesgado cruzar. Aunque, evidentemente, las palabras del Papa Francisco sobre China siguen circulando por canales informales entre los católicos chinos en estas horas.
Además, incluso en la habitual rueda de prensa del Ministerio de Asuntos Exteriores de ayer, el portavoz no quiso comentar sobre la visita no programada del Papa a Ulan Bator, refiriéndose secamente a lo que ya había declarado tras el telegrama enviado a Xi Jinping en el viaje de ida, con la voluntad de Beijing de «reforzar la confianza mutua» con el Vaticano. Por su parte, sin embargo, en la rueda de prensa en el avión, el Papa Francisco volvió a indicar con mucha más fuerza el camino del diálogo: “Creo que debemos ir más allá en el aspecto religioso, para entendernos mejor – dijo – . Que los ciudadanos chinos no piensen que la Iglesia no acepta su cultura y sus valores, y que la Iglesia depende de otra potencia extranjera. La comisión presidida por el card. Parolín: están haciendo un buen trabajo, también por parte china, un buen trabajo; Las relaciones son así, en camino, digamos en una palabra. Tengo un gran respeto por el pueblo chino».
Pekin, China.
Miércoles 6 de septiembre de 2023.
AsiaNews.
