Como subraya el prefacio de Boualem Sansal, escritor argelino que desde hace más de treinta años denuncia el fundamentalismo islámico, el Islam tiene una vocación universal, cuyas élites constituyen una fraternidad planetaria mucho más poderosa que todas las demás fraternidades humanas juntas… y cuanto más extiende sus tentáculos, más continúa la vieja Europa en su decadencia.
El libro comienza con un importante estudio que se remonta a noviembre de 2001 en Suiza, donde en la villa de un banquero egipcio perteneciente a los llamados Hermanos Musulmanes, se encontró un importante documento, llamado El Proyecto, que exponía el plan estratégico para establecer el reino de Alá en todo el mundo.
(Hablamos aquí del pesado volumen: «La dolce conquista« ( Ediciones Cantagalli , 2023, páginas 447, 22,00 €), de Giulio Meotti, escritor y periodista de Il Foglio , quien ha ilustrado en nueve densos capítulos –acompañados de una cuarenta entrevistas a personalidades de absoluta importancia en el panorama cultural mundial (de Robert Redeker a Alain Finkielkraut, de Rémi Brague a Annie Laurent, por citar solo algunos)–…como lo expresa el elocuente subtítulo: cómo es que «Europa se rinde al Islam» .)
Roma: la mezquita saudita
En la primera piedra de la mezquita de Roma está escrita la fecha en letras latinas y árabes: 11 de diciembre de 1984.
Para Paolo Portoghesi, diseñador del gran complejo islámico, la colocación de esta primera piedra fue una expresión concreta de la «cultura de la paz», al igual que para el ministro de Asuntos Exteriores, Giulio Andreotti, dicha mezquita es un hecho que forma parte de una evolución moderna positiva de Italia y Roma.
Sin embargo, sólo Juan Pablo II, como recuerda Meotti, emitió una nota discordante:
«… espero sinceramente que el derecho de todos los cristianos y de todos los creyentes a expresar su fe, sea reconocido en todos los rincones del mundo».
El autor, al vincular los hechos concretos y bien documentados con los testimonios vivos de personalidades ilustres de la cultura mundial, como por ejemplo Mordechai Kedar, figura destacada de la inteligencia de las FDI, el ejército israelí, afirma que después de haber conquistado el Iglesia Oriental de Constantinopla en 1453, ahora el Islam procede a conquistar Roma.
La naturaleza de la Jihad no es sólo militar, sino también y sobre todo económica (con enormes fondos de Qatar, Arabia Saudita, Turquía), mediática (por ejemplo el gigante Al Jazeera ) y vinculada a la inmigración. En este «Proyecto» descubierto, en la conquista islámica la demografía, el multiculturalismo, la predicación y el terror juegan un papel fundamental.
Como dijo hace unos treinta años Bernard Lewis, el gran islamólogo y arabista del siglo XX, está en marcha una tercera invasión islámica de Europa en la que Europa será islámica a finales de siglo. El primer capítulo termina con una cita significativa del historiador inglés Arnold Toynbee: «Las civilizaciones no se matan entre sí, se suicidan«.
Madrid: la Reconquista
Meotti expone en el libro, aunque con cierta repetición, una serie de datos estadísticos e históricos de absoluta importancia, como aquel según el cual la islamización se vuelve irreversible cuando la población musulmana alcanza el 20 por ciento, cantidad ya alcanzada y superada en algunas ciudades de Inglaterra, Francia, Bélgica y Holanda.
Hay numerosos y bien documentados estudios citados en el volumen que dan fe de cómo se está produciendo la dulce conquista islámica, bajo la mirada cómplice de la oligarquía política y mediática europea. Como se expresa en la entrevista con Alexandre Goodarzy, escritor y profesor de historia en la Universidad Católica de Angers, nacido en Francia de padre iraní y madre francesa, retenido como rehén en Irak durante unos dos meses:
“El Islam se está extendiendo en zonas donde la Iglesia y el Estado se han rendido… Los franceses podrán enfrentarlos y ganar esta guerra de civilizaciones sólo cuando comprendan y acepten el cristianismo como un elemento fundamental e inseparable de la identidad francesa”.
Entre los muchos datos considerables citados por el autor, no puede pasar desapercibido que Arabia Saudita ha formado a 25.000 personas en la Universidad Islámica de Medina, con un gasto estimado de 200 mil millones de dólares en treinta años para crear madrazas, mezquitas y otras estructuras para difundir el Islam en muchos países europeos.
Otro dato indiscutible e impresionante es el de la imprenta: en Medina se han impreso desde 1985 más de cien millones de ejemplares del Corán en treinta y nueve lenguas, dando empleo a 1.700 personas.
La Reconquista española, al final del segundo capítulo, vuelve a ser cifras: en 1990 había 100.000 musulmanes en España, en 2017 casi dos millones con 1.400 mezquitas, todos sostenidos por una avalancha de dinero de Oriente Medio y el Golfo. Otro dato que merece atención en España es el del número de conversos al Islam, a menudo personas de izquierda que querían llegar a Dios sin pasar por la Iglesia, a menudo acusada de connivencia con el franquismo. No es casualidad que en 1987 Roger Garaudy, un filósofo marxista se haya convertido al Islam,
Colonia: de los Reyes Magos al muecín
Mientras que la veneración de los Reyes Magos en Alemania se remonta al siglo XII, lo que convierte a Colonia en un importante lugar de peregrinación para la conservación de sus reliquias, la mezquita de Colonia y la llamada a la oración del muecín también fueron vistas, en particular por el escritor judío Ralph Giordano, un primer paso hacia la islamización.
Incluso en Aquisgrán (la ciudad de Carlomagno), el muecín [ es el responsable de convocar de viva voz a la oración o adhan], como recuerda Meotti, ya estaba en casa.
Los datos hablan por sí solos:
- 27 mezquitas en Hannover, Frankfurt, la primera ciudad en la que los alemanes ya no son la mayoría de la población,
- La cancelación del Idomeneo de Mozart en Berlín porque a Mahoma le cortaron la cabeza.
El célebre islamólogo Bassam Tibi, de origen sirio, escribió en las páginas del Neue Zurcher Zeitung:
«El Estado alemán ha capitulado oficialmente ante el Islam«,respaldado públicamente por las declaraciones del ex Primer Ministro turco Necmettin Erbakan:
“Los europeos están enfermos… Les daremos medicinas. Toda Europa se volverá islámica. Conquistaremos Roma.»
El propio Erdogan dijo:
«Las mezquitas son nuestros cuarteles, las cúpulas son nuestros cascos, los minaretes son nuestras bayonetas y los fieles son nuestros soldados«.
El autor cita una declaración, que selló la invasión islámica, de un empresario turco-alemán, Vural Oger:
“En 2100 habrá 35 millones de turcos en Alemania, mientras que habrá alrededor de 20 millones de alemanes. Lo que el sultán Solimán comenzó en 1529 con el asedio de Viena, lo implementaremos a través de los habitantes”.
Entonces se podrá comprender, leyendo atentamente como hace Meotti estos datos precisos, cómo la mayoría de las ONG que operan en el Mediterráneo son alemanas y por qué el sociólogo y académico de origen egipcio Hamel Abdel-Samad, autor del libro: «Fascismo islámico«. Ha estado protegido durante diez años por la policía alemana por temor a represalias y venganzas islámicas.
París: «Maté a un perro del infierno»
A partir del testimonio de Didier Lemaire, –profesor de filosofía en Trappes, que denunció el incendio de la sinagoga en 2000 y que, tras la decapitación de su colega Samuel Paty, lanzó un llamamiento a la resistencia contra la amenaza islamista que le costó el acompañamiento continuo de una escuela de agentes de policía–, Giulio Meotti reconstruye en detalle la penetración islámica en Francia.
Recogiendo testimonios directos y escritos de autores célebres como Lévi-Strauss, Michel Houellebecq, Jean Daniel, el autor muestra la desintegración de una Francia islamizada a través de algunas etapas significativas marcadas por la sangre y el terror:
- El ataque a «Charlie Hedbo».
- Asesinato del sacerdote católico Jacques Hemel mientras celebraba misa.
- Decapitación de Samuel Paty.
- Llamamiento de veinte generales franceses a Emanuel Macron.banlieu.
- 3.000 mezquitas en territorio francés con financiación islámica de los suburbios por parte de Arabia y Qatar.
- Aumento vertiginoso de la población musulmana que alcanza el 30% en Marsella y Lyon.
A pesar de que importantes estudiosos denuncian la gravedad de la situación a través de libros, investigaciones y datos estadísticos y demográficos, Francia -como señala Jean-Louis Harouel, distinguido historiador del Derecho- se ha dejado transformar en un país musulmán.
Envío, como se afirma en el libro de Houellebecq. El autor no duda en denunciar el papel protagonista del Consejo de Europa, de la Comunidad Europea, decididamente favorable a la inmigración, justificando así la expansión islámica en Europa.
Los datos vuelven a ser muy claros: mientras en Francia se abre cada semana una sala de oración musulmana, la Iglesia católica sólo ha construido 20 nuevas iglesias en Francia en los últimos diez años.
Así pues, Hakim El Karoui, asesor del presidente Macron sobre el Islam, tiene toda la razón al decir:
“El Islam es la primera religión practicada en Francia”.
En este clima de penetración en el territorio y de sumisión, incluso imanes moderados como Hassen Chalgoumi pueden ser condenados a muerte por los fundamentalistas islámicos, sobre todo después de que apoyó la prohibición de llevar el burka en público, como relató en la entrevista con Meotti:
» Nosotros debemos luchar contra la financiación y la interferencia extranjera de Qatar, Arabia Saudita, Turquía y sus ideologías islamistas».
El Colectivo contra la islamofobia (en un momento se habló de cristianofobia), el Movimiento contra el racismo y por la amistad entre los pueblos, que había condenado, por ejemplo, a Oriana Fallaci por su libro Ira y orgullo, persiguen a otras personas, como el célebre historiador francés, estudioso del antisemitismo y de Oriente Medio, Georges Bensoussan, que denunció el antisemitismo en Francia por parte de familias árabes.
(Continúa)
Por Fabio Trevisan.
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