* El presidente de la Conferencia Episcopal de Pakistán pidió la paz e instó a las autoridades a responsabilizar a los responsables de los ataques a los cristianos.
“Cada vez que ocurren estos incidentes, no hay ningún ejemplo de castigo dado a estas personas, y es por eso que estas cosas están sucediendo nuevamente”, dijo el arzobispo Joseph Arshad en una entrevista.
Al menos 800 casas y más de 30 iglesias fueron destrozadas y destruidas después de que una turba musulmana arrasara las calles el 16 de agosto.
El incidente surgió de una acusación de blasfemia contra dos cristianos: Raja Amir Saleem y Rocky Saleem.
Los dos han sido acusados en virtud de los artículos 295 B y C de supuestamente profanar el Sagrado Corán y escribir comentarios despectivos sobre el venerado profeta Mahoma.
El 20 de agosto, más de 700 cristianos paquistaníes se reunieron en un “Día Especial de Oración” en la ciudad de Jaranwala a pesar de la amenaza de otros disturbios anticristianos.
“Convocamos a este día de oración porque necesitamos orar por Pakistán. Necesitamos orar por lo que está sucediendo en nuestra sociedad”, dijo el arzobispo Arshad.
El prelado condenó el “mal uso” de la ley sobre la blasfemia en el país, añadiendo que el problema en Pakistán es que “el pueblo se toma la ley en sus manos”.
Los cristianos siguen enfrentándose a la discriminación en Pakistán. Muchos han sido acusados de blasfemia sin pruebas concretas y una mera sospecha podría dar lugar a ataques violentos.
Los grupos de derechos humanos dijeron que la ley se utiliza arbitrariamente contra las minorías religiosas.
Nury Turkel, presidenta de la Comisión de Estados Unidos sobre Libertad Religiosa Internacional, dijo: “Los procesamientos por blasfemia demuestran un flagrante desprecio por los derechos humanos y a menudo se utilizan contra miembros de comunidades religiosas y otras personas que tienen puntos de vista diferentes o disidentes”.
El arzobispo Arshad dijo que el país necesita «educación» y «concienciación». Dijo: «Se debe promover el respeto por la religión de los demás».
“Estas medidas pueden ayudar a que la sociedad sea mejor. Y, naturalmente, el gobierno debería aplicar castigos estrictos para llevar ante la justicia a las personas que han hecho esto”, afirmó el prelado.
El arzobispo Arshad dijo que incidentes similares han ocurrido antes en Pakistán, a menudo involucrando ataques de turbas. Sin embargo, «no se hizo justicia adecuada», afirmó.
«Si hubiera habido algún ejemplo en el pasado, esto podría haberse evitado… Se debe hacer justicia real para detener este tipo de incidentes en el futuro», añadió el prelado.
Por Marcos Saludes.
Jaranwala, Punhab, Pakistán.
LICAS.
