* Arturo Álvarez (1935-1992) fue catedrático de Ingeniería Química por la Universidad de Guadalajara. Fiel del Opus Dei, inspiró con su vida a otras muchas personas para desear a Dios. Ahora ha concluido en la diócesis de Guadalajara el estudio de su vida, que se enviará al dicasterio para la Causa de los Santos, en Roma.
Entra el cardenal, se guarda silencio y se da inicio al acto de clausura del Proceso Diocesano sobre la vida, virtudes y fama de santidad del Siervo de Dios, Arturo Álvarez Ramírez, Ingeniero Químico.
Hijo de Magdaleno Álvarez Rodríguez, albañil, y María de Jesús Ramírez Rosales, dedicada al cuidado del hogar, Arturo fue el último de los ocho hijos del matrimonio. Nació el 5 de mayo de 1935 en Ciudad Guzmán, una pequeña ciudad ubicada al sur del estado de Jalisco. Tras estudiar Ingeniería Química en la Universidad de Guadalajara, se dedicó a la cátedra universitaria en su alma mater por más de treinta años, hasta que un padecimiento cardíaco lo obligó a retirarse.
Conoció el Opus Dei en 1963 y se incorporó definitivamente en 1974 como Agregado. En una ocasión, el beato Álvaro del Portillo le señaló el privilegio que tenía de poder llevar a Dios a los demás a través de su trabajo como profesor universitario. El “Inge”, entre fórmulas químicas y tubos de ensayo, transmitió la alegría de un alma que lucha todos los días por alcanzar la santidad en las cosas ordinarias.
Como profesor, no solamente se preocupaba de la formación académica de sus alumnos, sino que mostraba un auténtico interés por cada uno. Ahora, Arturo es el primer Agregado de la Prelatura del Opus Dei y el primer mexicano del Opus Dei en proceso de beatificación.
La ceremonia de clausura
En el aula se encuentra el Tribunal Diocesano, con la Notario Actuario, Rosario Cifuentes Gómez; el Promotor de Justicia, Javier Sánchez Camacho; y el Delegado Episcopal, Antonio Bañales Naranjo; quienes realizaron intensas sesiones de trabajo, horas de escucha atenta a los testigos, revisión y redacción de testimonios, etc.
El Cardenal Arzobispo de Guadalajara, José Francisco Robles Ortega, quien avalará y sellará las actas correspondientes. El Rector del CUCEI de la Universidad de Guadalajara, Dr. Marco Antonio Pérez Cisneros y el Vicerrector de la UP Guadalajara, Dr. Sergio Velázquez Rodríguez.
Dentro del público se encontraban los testigos, colegas, ex-alumnos y distintas personalidades, todos parte clave para que este proceso fuera satisfactorio.
Se entona en el aula el himno Veni Creator. El acto continúa, la imagen de Arturo Álvarez del lado izquierdo de la mesa principal, acompañando esta ceremonia. Detrás de ellos un vitral de Jesucristo, y a su derecha, una imagen de la Virgen María. Recordando quienes acompañan, e interceden en este evento.
“Entre fórmulas químicas y tubos de ensayo, luchó fiel y generosamente por responder a la gracia de Dios para buscar la santidad, a través del cumplimiento de los deberes de su vida ordinaria y mediante el ejercicio de una labor docente verdaderamente excepcional realizado por espacio de más de 30 años. Todo eso encontró en su llamada al Opus Dei como agregado; una confirmación y el cauce adecuado para recibir y dar lo mejor de sí” comienza el Padre Jesús, Postulador asignado de la Causa de Arturo Álvarez.
En el centro del aula, una mesa con todos los documentos que llevan la evidencia y la labor realizada para este proceso. Se obtuvieron 39 declaraciones individuales manifestando el conocimiento directo acerca de la vida, virtudes y fama de santidad del “Inge Arturo”, para posteriormente ser entregados al Dicasterio para la Causa de los Santos.
El tribunal presenta las actas correspondientes, el Trasunto y la copia pública del proceso al Cardenal y los encomienda al vicario Regional del Opus Dei, Ricardo Furber, para llevarlos a la Congregación de la Causa de los Santos.
Después de realizar los juramentos ante la Sagrada Biblia, se comienzan a firmar las actas garantes de todo el trabajo realizado y se estampan los sellos correspondientes que dan validez al acto, para ser enviados al dicasterio de la Curia Romana.
“Querría invitarles a agradecer a Dios el paso tan importante que se ha dado a nivel diocesano sobre la causa, y recordarles que efectivamente quien tiene la última palabra para la declaración de santidad, es el Papa” señala el Cardenal Arzobispo, José Francisco.