Una investigación realizada por el P. Lício de Araújo Vale, perteneciente a la Diócesis de São Miguel Paulista, demuestra que entre agosto de 2016 y junio de 2023, 40 sacerdotes católicos se suicidaron en todo el Brasil.
El número es una alerta sobre este triste y complejo fenómeno que azota a los clérigos del gigante suramericano. Según el padre Lício, entre los principales motivos que llevaron a los sacerdotes a suicidarse están el estrés, la soledad y las exigencias excesivas.
La imagen teológica y sociológica del sacerdote
En un artículo publicado en Vatican News, el Padre Lício explica que hay una diferencia entre la imagen teológica y la sociológica del sacerdote. La primera es la que se proyecta en la celebración de los sacramentos, los sacramentales y en la relación del sacerdote con sus más cercanos colaboradores.
La imagen sociológica del sacerdote es la que recibe de la sociedad, “muchas veces diferente de la que tiene de sí mismo, lo que puede provocar estrés, soledad y desánimo”. Es en el enfrentamiento entre estas dos imágenes donde el sacerdote puede acabar perdiéndose.
El gran desafío es “no huir de la realidad refugiándose en la imagen teológica del sacerdote, pero tampoco ignorar la imagen sociológica que se tiene de él en la sociedad actual”. Es necesario “vivir con coherencia la dimensión teológica del sacerdocio, tan cuestionada desde el punto de vista de la realidad social en todos sus aspectos”.
El reto de ser sacerdote en el siglo XXI
El Padre Lício también destaca el desafío de ser sacerdote en el siglo XXI, tiempo en el que es necesario adaptarse a través del servicio fiel y eficaz a la llamada del Evangelio, teniendo ojos y oídos atentos a los signos de los tiempos, ademásde tener la habilidad de atender a los corazones sedientos.
Finalmente, concluye subrayando que es importante y urgente que se ofrezca una mejor formación inicial en los seminarios y noviciados, y que se creen estrategias pastorales “más apropiadas no sólo para la formación permanente, sino también para la atención de los mismos sacerdotes, así como enfrentar el miedo y los prejuicios respecto a la salud mental de los presbíteros”.
EPC.
Gaudium Press.