El secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, ha negado una correlación entre la homosexualidad y el abuso sexual clerical, calificándolo de “asociación seria y científicamente insostenible”.
“La orientación homosexual no puede ser considerada ni como causa ni como aspecto propio del abusador, más aún cuando se desvincula de la disposición general de la persona”, escribió el Cardenal Parolin en el prólogo de un nuevo libro sobre abuso sexual.
Bill Donohue, sociólogo y presidente de la Liga Católica por los Derechos Civiles y Religiosos, ha señalado que, independientemente de sus intenciones, el cardenal Parolin está realmente equivocado.
El estudio más extenso jamás realizado sobre abuso sexual clerical, realizado por el John Jay College of Criminal Justice, encontró que el 81 por ciento de las víctimas de abuso sexual por parte de sacerdotes eran hombres.
Esto significa que durante el período de 1950 a 2010, más de cuatro de cada cinco casos de abuso sexual clerical fueron de naturaleza homosexual, señala Donohue.
Donohue, autor del libro meticulosamente investigado The Truth about Clergy Sexual Abuse: Clarifying the Facts and the Causes (2021), observa que existe un vínculo innegable entre la orientación homosexual y el abuso sexual de menores, y agrega que los homosexuales están significativamente «sobrerrepresentados». en la comisión de estos delitos”.
Evidentemente, esto no significa que todo hombre con orientación homosexual sea un abusador, pero estadísticamente hablando, “los homosexuales tienen más probabilidades de abusar de menores que los heterosexuales, dentro y fuera del sacerdocio”, afirma Donohue.
Muchos de los perpetradores del abuso clerical homosexual de menores no se identifican como “gay”, reconoce Donohue, pero esto es irrelevante para la naturaleza del crimen cometido.
Donohue también señala que el Papa Francisco ha reiterado la disciplina de la Iglesia de excluir del sacerdocio a los hombres con “tendencias homosexuales profundamente arraigadas”.
“En la vida consagrada y en la vida sacerdotal no hay lugar para ese tipo de afecto”, ha declarado el Papa .
Donohue concluye que “nunca curaremos esta maldición en la Iglesia Católica a menos que abordemos el papel desastroso que han jugado los sacerdotes homosexuales inmaduros en la generación del escándalo”.
JUEVES 29 DE JUNIO DE 2023.
ROMA, ITALIA.
BREITBART.
