“Estoy todavía bajo los efectos de la anestesia y la respiración no es buena”, palabras improvisadas por Francisco hoy al consignar el discurso que tenía preparado para pronunciar ante los participantes en la 96ª Asamblea Plenaria de la Reunión de las Obras para la Ayuda a las Iglesias Orientales y en la Youth Conference, Sala Clementina del Palacio Apostólico, pidiéndole al prefecto del Dicasterio para las Iglesias Orientales, Claudio Gugerotti, que lo entregara posteriormente a los presentes, según reportan varios medios italianos (RAI News, Il Giornale, Corriere Della Sera, Il Messaggero).
Que Francisco abandone un texto preparado con antelación no es nada nuevo, lo que sí ha sido nuevo son las palabras reportadas. En la nueva estrategia de comunicaciones por cuanto toca a la salud de Francisco, el dicasterio para las comunicaciones innovó dejando hablar al médico que lo operó recientemente e incluso después de Francisco haber recibido el alta lo entrevistó, siempre en el sentido de que no pasa absolutamente nada, que tenemos un Francisco de hierro y, literalmente, que “el Papa ahora podrá hacerlo todo, más fuerte y mejor que antes”.
Pasaron apenas seis días para que los hechos hayan contradicho a las palabras.
JUEVES 22 DE JUNIO DE 2023.
SECRETUM MEUM MIHI.