La multitud de casos de abusos que afloran y la laxitud moral de altos miembros de la orden fundada en 1534 por el español Ignacio de Loyola podrían ser motivos suficientes para su intervención.
La Orden de Malta, los Heraldos del Evangelio, el Instituto Miles Chriti, Sodalicio de Vida Cristiana o las Memores Domini de Comunión y Liberación, son algunos ejemplos de movimientos considerados ‘conservadores’ que han sido intervenidos por el Papa Francisco por diferentes motivos. A ellos también se les puede sumar el, por ahora, ‘reajuste’ que Francisco (susurrado por el jesuita Ghirlanda) ha obligado a someterse al Opus Dei.
Abusos en la Compañía de Jesús
Durante estos últimos meses, hemos visto en prensa casos y casos de abusos que sacuden a los jesuitas. Casi en el olvido queda el caso Rupnik sobre quien todavía existen muchos interrogantes. El jesuita esloveno, famosos por su obras artísticas, fue denunciado por abusos sexuales, de poder y conciencia.
El líder de la Compañía de Jesús, Arturo Sosa, confirmó que el sacerdote Marko Rupnik, acusado de abusar sexualmente de al menos nueve religiosas, fue excomulgado por confesar a una de sus víctimas. El Superior de los jesuitas indicó que el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, que investigó las denuncias contra el P. Rupnik, “dijo que sucedió, hubo la absolución de una cómplice”. Esta sanción del Vaticano, de acuerdo a AP, habría ocurrido en 2019 aunque la pena de la excomunión se le fue retirada posteriormente.
El caso Rupnik ha quedado ahora eclipsado por el estallido de casos de abusos de jesuitas en Bolivia con cientos de víctimas. Un reciente informe de El País señaló al jesuita español Alfonso Pedrajas Moreno, fallecido en 2009, de haber cometido abusos contra menores durante su ministerio. Desde que explotó el caso Pedrajas, se han presentado al menos 8 denuncias formales contra clérigos ante el Ministerio Público en los departamentos de La Paz, Cochabamba, Tarija y Santa Cruz. La gran mayoría de las víctimas de estos jesuitas eran chicos o jóvenes varones, por lo que ya pueden sacar conclusiones.
En España, según el último informe de los jesuitas hay un total de 17 jesuitas denunciados por abusos a menores en su momento que aún están vivos (sean o no jesuitas en la actualidad) sobre los que recae alguna denuncia por abusos o conductas impropias. 1967 es el año más lejano del que se tiene constancia. 2012 el más reciente. Jesuitas denunciados: 3 son de la década de los 60, 2 de los 70, 3 de los 80, 3 de los 90 y 6 habrían ocurrido desde el año 2000. Hay 48 jesuitas ya fallecidos sobre los que pesa algún tipo de denuncia por abusos. De casos ocurridos entre 1927 y 2010. Casi todos fueron en contextos educativos.
En cuanto a casos de abusos de jesuitas a adultos hay 8 jesuitas acusados de este tipo de abuso. Todas ellas son denuncias recibidas entre 2010 y 2020 y referidas a casos ocurridos entre 1979 y 2016. En cuatro de esos 8 casos ha habido un procedimiento canónico con sentencias que incluyen en uno de los casos la suspensión total del ministerio, en otros, medidas pastorales, terapia, o restricciones canónicas relacionadas con la actividad desempeñada. Los jesuitas confirman en ese informe que «hay un total de 96 jesuitas acusados sobre ese total de 8782 jesuitas (opción más restrictiva, solo considerando a los que entraron en la Compañía de Jesús desde 1927 e incluyendo menores y adultos entre las víctimas). Esto daría un 1,08% de jesuitas acusados en algún momento de abusos o conducta impropia con menores o
adultos». Según los datos proporcionados por la orden, el 72% de las víctimas de abusos a menores fueron niños.
Es extraño que, con la cantidad de abusos que hay en los jesuitas, Jordi Évole no eligiese para su programa con el Papa Francisco a ninguna víctima de sacerdotes vinculados a la Compañía de Jesús.
Los jesuitas y su coqueteo con el mundo LGTB
Durante estos últimos años, numerosos jesuitas se han sumado a defender propuestas contrarias al Magisterio de la Iglesia especialmente en todo aquello que tiene que ver con la sexualidad humana.
- A muchos de nuestros lectores les habrá venido a la cabeza el famoso jesuita estadounidense James Martin, próximo al Papa Francisco y consultor en temas de comunicación en la Santa Sede. Martin, considerado como el ‘apóstol LGTB’ es conocido en estas páginas por sus opiniones heterodoxas y favorables a que la Iglesia acepte la práctica homosexual como algo natural. Es importante distinguir bien entre la condición homosexual, que la Iglesia no condena sino que invita a vivir ordenadamente desde un punto de vista cristiano, y la práctica homosexual que constituye materia de pecado grave.
James Martin, jesuita, es uno de esos sacerdotes que con sus escritos se dedica a crear confusión. Recientemente, este jesuita recomendó no seguir algunos pasajes de las epístolas de san Pablo porque según él, se usan contra las personas LGTB. Además de defender y apoyar abiertamente el ‘matrimonio homosexual’, Martin ha ensalzado en varias ocasiones la figura de Francisco por ser el Papa que más ha hecho por la pastoral LGTB.
- Otro peso pesado jesuita es el cardenal Hollerich, a quien el Papa Francisco ha nombrado recientemente miembro del Consejo de cardenales que le asesoran. El purpurado luxemburgués también es conocido, además de por ser jesuita, por sus posturas favorables al diaconado y sacerdocio femenino y a cambiar la moral sexual de la Iglesia. El papel de Hollerich dentro de la Iglesia es especialmente relevante ya que ejerce también como Relator General del Sínodo.
- En España tampoco podemos olvidar que son grupos de jesuitas quienes lideran y apadrinan el movimiento LGTB dentro de la Iglesia. Hace unas semanas, informamos de la charla que intentaron dar en Pamplona a favor de la bendición de parejas homosexuales pero que finalmente el arzobispado canceló.
Dentro del mundo de las redes sociales es habitual ver que las opiniones más alejadas de la fe y disruptivas con este tipo de cuestiones, suelen emanar de sacerdotes jesuitas, aunque siempre hay excepciones. Además, en España, son numerosas las parroquias atendidas por jesuitas que se recomienda huir de ellas para confesarse debido a que para algunos sacerdotes jesuitas hay pecados graves que no lo son y así te lo hacen saber.
Por todo ello, este cóctel de abusos graves en el seno de esta orden religiosa combinado con los planteamientos erróneos y contrarios a la fe, moral y tradición de la Iglesia de reputados jesuitas que no son corregidos, nos obliga a preguntarnos si el Papa Francisco debería intervenir a sus hermanos jesuitas al igual que ha hecho con otros grupos y realidades de la Iglesia.
Miércoles 24 de mayo de 2023.
Infovaticana.