El ícono más famoso de Rusia, ampliamente considerado una obra maestra del arte nacional, del siglo XV, estuvo en exhibición durante casi un siglo en los museos rusos.
“En respuesta a numerosas solicitudes de creyentes ortodoxos, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha tomado la decisión de devolver a la Iglesia ortodoxa rusa el icono milagroso ‘La Trinidad, pintado por el artista Andrei Rublev.
La obra será «exhibida para la veneración pública» en la Catedral de Cristo Salvador en Moscú antes de ser colocada en la Catedral de la Trinidad de Sergiev Posad, el «Vaticano» ortodoxo ruso cerca de la capital.
El icono, que representa a tres ángeles sentados a una mesa, pintado por el monje y pintor Andrei Rublev, canonizado en la década de 1980, había sido donado a la famosa Galería Tretyakov de Moscú por las autoridades soviéticas en 1929.
La Iglesia rusa ha exigido su devolución en varias ocasiones desde la desaparición de la URSS.
Según medios rusos, ‘La Trinidad’ solo ha salido del museo en tres ocasiones, incluida en 2022 cuando fue cedida a la Iglesia para una liturgia en Sergiev Posad, teniendo que ser retirada de la galería para su restauración.
Además de esta obra de arte, la Iglesia recibirá la tumba de Alejandro Nevsky, príncipe medieval y héroe nacional ruso, según un acuerdo firmado el pasado 10 de mayo con el Museo Estatal del Hermitage de San Petersburgo y hecho público este domingo.
El museo más grande de Rusia prestará la tumba por 49 años, con la posibilidad de extender el acuerdo, dijo el Hermitage en un comunicado, y agregó que la medida había sido aprobada por el Ministerio de Cultura.
Según el Hermitage, las condiciones para su exhibición por parte de la Iglesia estarán sujetas a controles.
Estas medidas ilustran la creciente influencia de la poderosa Iglesia Ortodoxa Rusa en el estado, en el contexto de la ofensiva en Ucrania lanzada hace más de un año.
El patriarca ortodoxo ruso Kirill apoyó la ofensiva rusa en sus sermones.
Vladimir Putin, por su parte, elogió en abril el papel «consolidador» de la Iglesia para la sociedad y la juventud rusas, en un momento en que el país enfrenta «serios desafíos».
MOSCÚ, RUSIA.