* En una carta abierta, la «Academia Juan Pablo II» expresa preocupación por las declaraciones del arzobispo, que contradicen la doctrina católica.
* Además, denuncia sus palabras como una «escandalosa traición».
La Academia Juan Pablo II para la Vida Humana y la Familia ha emitido una carta abierta en respuesta a las recientes declaraciones del arzobispo Vincenzo Paglia, Presidente de la Academia Pontificia para la Vida, en apoyo a la legalización del suicidio asistido.
La carta expresa la preocupación de la Academia por estas declaraciones y ofrece argumentos a favor de la defensa de la vida humana y la dignidad de cada persona.
Carta abierta
Qui tacet consentire videtur».
El que calla consiente’.
Santo Tomás Moro, antiguo Lord Canciller de Inglaterra, 1 de julio de 1535.
Su Excelencia,
Reverendísimo Arzobispo Vincenzo Paglia, Presidente de la Pontificia Academia para la Vida,
y Miembros de la Pontificia Academia para la Vida.
- «Personalmente no practicaría el suicidio asistido, pero entiendo que la mediación legal puede constituir el mayor bien común concretamente posible en las condiciones en las que nos encontramos», arzobispo Paglia, Presidente de la Pontificia Academia para la Vida, 19 de abril de 2023 en un discurso en el Festival Internacional de Periodismo en Perugia, Italia.
- «Creo que la ley 194 es ahora un pilar de nuestra vida social», (La ley 194/1978 legalizó el aborto provocado en Italia)… en una pregunta posterior el entrevistador preguntó al Arzobispo Paglia si tenía intención de cuestionar esta ley, él respondió: «¡No, absolutamente, absolutamente!». [1]
- «Fue un intento, y ciertamente no perfecto, de aceptar la invitación contenida en Veritatis Gaudium (par. 3) a un cambio radical de paradigma en la reflexión teológica». Arzobispo Vincenzo Paglia en una entrevista sobre el libro Ética teológica de la vida. Escritura, tradición, desafíos prácticos. [2]
El arzobispo Paglia afirma que entiende «que la mediación legal [respecto al suicidio asistido] puede constituir el mayor bien común concretamente posible en las condiciones en las que nos encontramos». Nunca puede estar en el mayor bien común legalizar un mecanismo para que un médico proporcione a un paciente un veneno con el que suicidarse. No hay ninguna diferencia moral entre esto y que el médico o la enfermera le den a alguien una sobredosis de morfina a sí mismo. Excelencia, No matarás se aplica por igual a ambas situaciones. Además, la llamada «mediación legal» del suicidio asistido es simplemente un paso táctico en el proceso de facilitar la legalización de la eutanasia. En la práctica, el suicidio asistido será visto por los médicos como la hipocresía moral que es y les abrirá a la práctica de la eutanasia directa.
El comunicado publicado por la oficina de prensa de la PAV el 24 de abril de 2023 a raíz de la legítima indignación pública por su posición es en sí mismo engañoso al proclamar que «El Presidente de la Pontificia Academia para la Vida, en plena conformidad con el Magisterio de la Iglesia, reafirma su «No» a la eutanasia y al suicidio asistido» [3], al tiempo que reitera su apoyo a una «iniciativa legislativa» que precise las condiciones de despenalización del delito.
Para evitar complicidades y ante la citada ausencia de una inequívoca rectificación y disculpa por esta escandalosa traición a pacientes vulnerables, los restantes miembros provida de la PAV deben pedir al Papa Francisco la destitución del Arzobispo Paglia, sustituyéndolo por un Presidente que, con valentía, proclame inequívocamente las perennes enseñanzas de la Iglesia y de San Juan Pablo tanto sobre la vida como sobre su protección jurídica.
En su defecto, estos miembros provida deberían dimitir ellos mismos de esta desacreditada institución vaticana.
Qui tacet consentire videtur».
El que calla otorga».
Referencias:
Pregunta de la entrevista: ¿El hecho de que en el libro haya un debate libre y abierto es un signo de sinodalidad?
Respuesta: «Por supuesto. No hay otro camino, sobre todo cuando se trata de cuestiones tan fundamentales como las que afectan a las múltiples dimensiones de la vida humana. Hemos seguido un camino de estudio y reflexión que nos ha llevado a ver las cuestiones de bioética bajo una nueva luz… Es ciertamente un proceso que refleja el aliento sinodal y el clima en el que el Papa Francisco desea que opere la Iglesia. Este proceso sinodal fue subrayado con autoridad durante el taller, por los cardenales Grech y Semeraro».
