Desde la Basílica de San Juan de Letrán, sede del obispo de Roma, ahora en visita apostólica a Hungría, los obispos de México continúan las celebraciones propias en los lugares que representan un signo de comunión con el Papa Francisco.
A través de un mensaje publicado en redes sociales, el arzobispo Rogelio Cabrera López comentó el propósito de la visita a la archibasílica papal del Santísimo Salvador del Mundo y de los Santos Juan Bautista y Juan Evangelista en Letrán, catedral del Papa y patrimonio de la humanidad desde 1980 así declarada por la UNESCO.
“Hemos venido los obispos de México a celebrar en esta cuarta Basílica para encomendarlos a ustedes” dijo el arzobispo teniendo de fondo la nave principal de la Basílica más antigua del mundo cristiano.
“Siempre es necesario estar en comunión eclesial, especialmente con el Papa Francisco” dijo el presidente de la CEM reiterando su afecto y oraciones por todos los fieles. “Los obispos de Monterrey estamos en esta visita ad limina para reiterar nuestro afecto episcopal, nuestra comunión con la Iglesia universal y nuestra gran responsabilidad de servirles” señaló Cabrera López.
Según la historia de la Basílica, fue el emperador Constantino, el Grande, quien inició la construcción del templo en la actual zona de la Basílica. Después de la batalla de Puente Milvio (312 d.C.), entre Constantino y Majencio, y en la que se dio el inicio de la conversión del emperador al cristianismo, comenzó su construcción como reconocimiento del imperio de Cristo a quien fue dedicada, el Santísimo Redentor. El papa Silvestre I la consagró en el año 324.