Al margen de la vigilancia, del acoso y hasta la detención de aquellos sacerdotes que son críticos al régimen socialista, el gobierno de Nicaragua frena también en el ámbito cutural la influencia que pueda tener el catolicismo.
Como demoestración de lo anterior está el cierre de un Museo y la confiscación de una Universiodad; ambas, que tienen significativamente el nombre del Papa Juan Pablo II.
Lo que se busca, en el fondo, es acallar la manifestación del catolicismo y de la verdad. No permitir que la mente de niños, jóvenes y adultos pueda captar un conocimiento integral de la realidad.
«Voces Unidas», a través de Artículo 66, ha presentado un Informe que vale la pena conocer:
MANAGUA, NICARAGUA.
Artículo 66.