El estado violento en el que se halla la humanidad, las fuerzas vitales y los poderes de muerte se manifiestan en una caricatura y en una representación violenta, pues un grupo de personas golpearon y quemaron una piñata con el rostro de la ministra presidenta de la Suprema Corte de la Nación (SCJN), Norma Piña, en el zócalo de la ciudad de México, el pasado dieciocho de marzo.
Estas acciones se realizan con frecuencia, como una forma de incitar a la violencia de las masas. Si bien, es cierto que la vida se debe desenvolver sin violencia, la realidad es otra, pues desde la figura de la presidencia de la Republica se motivan estos actos con un simple matiz de presión, forzando e insistiendo a que asistan a la marcha por el aniversario de la expropiación petrolera. Qué se podía esperar mientras los gritos filosos violentaban y castigaban la botarga con la imagen de la ministra de la nación y exclamaban ¡fuego, fuego, fuera la ministra!
Estoy convencido de que este acto es catalogado como violento, pues se viola la justicia social y los derechos humanos. Ordinariamente, la violencia va acompañada de ciertas premeditaciones de lenguaje con trampas y estratagemas, a los cuales puedo denominar como “astucia violenta” o trapacería, pero, sobre todo, como una falsa intención de la justicia.
Creo que la violencia se percibe también a través de su efecto mayor, al permitir la destrucción de la vida física y de la vida social, con una serie de adoctrinamientos entremezclados con el bien y el mal, por ejemplo, los discursos de “abrazos no balazos”, “estoy de acuerdo con el papa Francisco”, “con los evangélicos”, pretendiendo engañar con artimañas al pueblo mexicano.
Lamento el estado de violencia en el que se halla sumergido nuestro pueblo; en efecto, aborrezco a los hombres violentos y a aquellos que navegan con bandera de “mesías”, pero que en realidad son unos usurpadores, mentirosos, resentidos y violentos que instan al pueblo a la violencia y no a la paz.
La violencia en contra de la imagen de una mujer plasmada en una piñata o botarga también se puede denominar “botargafemenicidio” al ser un acto movido por el odio y el desprecio, ¡Cuidado! porque esto puede producir la subordinación de la mujer ante el ejercicio del poder, entre el ejecutivo y el judicial. ¡Es un mensaje claro!
El modelo de vida económico y social utiliza a la violencia como un mecanismo de control eficiente, además, este mecanismo ha funcionado de manera efectiva. Espero que la ministra presidenta Norma Piña no se deje amedrentar con esa escena. La violencia contra las mujeres ha sido un mecanismo constante en la historia de la humanidad.
¿Cómo resistir a la violencia? No se debe devolver mal por mal; hay que ajustarse a la legalidad, no a la incitación a la violencia por ninguna técnica ni táctica. El único medio para obtener la reconciliación entre el violento y su víctima es el amor, en este caso, es necesario aplicar la ley, lo que es justo y verdadero. Para la nueva sociedad, deseo que no se establezca con brutalidad, sino con la fuerza del amor, y que esta se muestre capaz de triunfar, “Todos los que tomen la espada o inciten a tomarla perecerán por ella”; la diferencia entre un mal y un buen gobierno estriba, entre otras cosas, en pugnar por un pueblo libre de violencia.
