Tercer sitio más sagrado del Islam, la explanada está construida sobre lo que los judíos llaman el Monte del Templo, el lugar más sagrado del judaísmo, en Jerusalén Este, ocupado y anexado por Israel.
Allí son frecuentes los roces o enfrentamientos entre israelíes y palestinos, y varias cancillerías extranjeras han expresado su preocupación en las últimas semanas por posibles actos de violencia con motivo del Ramadán, durante el cual la Pascua cae este año (principios de abril), mientras el conflicto israelí-palestino vive un nueva espiral de violencia.
Según fuentes oficiales israelíes, la multitud en la explanada se estimó el viernes en unas 83.000 personas. Azzam al-Khatib, director general del Waqf jordano, la autoridad responsable de los lugares de culto musulmanes en Jerusalén, le da la cifra de 100.000 fieles reunidos para la oración.
«La oración transcurrió en paz y todo salió bien», dijo a la AFP.
La Policía de Israel dijo que desplegó 2.300 oficiales en Jerusalén.
En la explanada, mientras los fieles acuden con la alfombra de oración en la mano, nos hacemos una foto con el móvil frente a la cúpula dorada de la Mezquita de Omar, el lugar de culto islámico más antiguo del mundo.
“Tranquilidad y Paz”
Entre la multitud, un fotógrafo de la AFP vio a un hombre enmascarado ondeando una pancarta del brazo armado de Hamas, un movimiento islamista palestino descrito como «terrorista» por Israel. También se desplegó un cartel gigante de Hamás en uno de los pórticos de la explanada.
A última hora de la tarde, la policía israelí difundió un vídeo que mostraba a un miembro de las fuerzas de seguridad subido a una escalera retirando este cartel y otras dos banderas de organizaciones armadas palestinas que colgaban de la misma puerta.
Desde la madrugada, la multitud se había precipitado hacia los puntos de cruce de Qalandia, al norte de la Ciudad Santa, y de Belén, al sur, para poder llegar a tiempo a la oración del mediodía.
«El Ramadán es el mes más importante del año y nada es más importante para mí que la Mezquita de Al-Aqsa», dijo Aboud Hassan, de 62 años, de Naplusa, en el norte de Cisjordania ocupada, «y nadie puede impedirnos rezar allí.
Construida en el extremo sur de la explanada, esta mezquita está asociada en la tradición musulmana con el episodio del viaje nocturno de Mahoma desde La Meca a Jerusalén.
“Gracias a Dios las oraciones salieron bien hoy”, agrega.
Las autoridades israelíes han anunciado una flexibilización de las restricciones a la entrada de palestinos en Jerusalén para el Ramadán, pero Ibtissam Barrak, un profesor de 25 años, se queja de que “casi todos los caminos están cerrados”.
“Claro que tememos una escalada [de violencia], dijo a la AFP, pero esperamos que el Ramadán se desarrolle sin ella, que haya calma y paz y que los musulmanes puedan venir [rezar] a la explanada sin que haya cualquier problema entre judíos y árabes. »
JERUSLÉN, ISRAEL.
LA PRESSE.