El supremacismo feminista, como una escuela de odio contra el hombre, que divide a la familia y a la sociedad, pero que busca en el fondo destruir el cristianismo con el propósito de imponer al Estado como religión única, quedó refrendado en un análisis acerca de lo que está pasando a nivel global.
En efecto, estudiosos en la materia, en un intercambio intercontinental de información y análisis, exponen los basamentos y objetivos últimos de campañas aparentemente inofensivas y espontáneas que muchas veces parten de protestas atractivas, como contra «los feminicidios», por ejemplo.
«Manual para defenderte de una femi-nazi» y «La Mafia Feminista», son las más recientes obras de la española Cristina Seguí, cofundadora del Partido VOX y presidenta de la organización GOBIERNATE». Comunicadora y activista social, participó en una mesa análisis intercontinental junto con el mexicano Raúl Tortolero.
Cristina definió con claridad que la ideología que impulsa y conforma a este tipo de feministas es típica, se le puede decir igualmente marxista, ya que parte de la confrontación, de una lucha clasista, pero en este caso ya no solo entre esposa y esposa, sino entre varón y mujer. De tal suerte que al colocar al hombre como el enemigo, como el «rival natural» de la mujer, justifica una lucha, un choque violento de carácter sexual en el que monta el carácter supremacista de la mujer.
De la misma manera Cristina Seguí indicó que el empleo del término «feminazis» tiene su origen en el matiz violento que asumen las feministas en sus manifestaciones callejeras y en su posición autoritaria contra toda crítica.
