* El terrible terremoto entre Turquía y Siria (de momento el número de víctimas es incalculable, ya superan las 3700) y el destino de una tierra ya atormentada por la guerra y la pobreza.
* La historia, al compás de los Salesianos de Alepo: «Ofrecemos comidas calientes y una cama en nuestro oratorio, pero también debemos ayudar a muchas personas desplazadas a recuperar fuerzas. Con oración y confianza en Dios»
La atormentada Siria, como le gusta definir al Papa Francisco, está aún más atormentada desde ayer. El poderoso terremoto de magnitud 7,4, además del sur de Turquía, también golpeó el norte de Siria. Al momento de redactar este informe, la cifra de muertos y daños en el país aún es provisional pero se acerca a la cifra de más de 3.700 muertos y un número incalculable de heridos. Las provincias de Idlib, Alepo, Hama, Latakia, Tartus y Raqqa están pagando el precio.
En la ciudad de Alepo, ya devastada primero por la guerra y luego por la pobreza , se derrumbaron 20 edificios y también se registraron daños en el patrimonio cultural según informó la Dirección General de Patrimonio y Museos. Incluso en este momento dramático, como lo fue durante el conflicto, el oratorio Don Bosco ubicado en la parte occidental ha demostrado ser un punto de referencia para toda la comunidad. Aquí, en efecto, la población huyó de las casas sacudidas por el terremoto ocurrido durante la noche. Una escena difícil de olvidar y que el padre George Fattal, superior del convento salesiano de Alepo, contó a Nuova Bussola Quotidiana .
Padre, ¿cuál es la situación ahora en Alepo?
Hay un gran sufrimiento porque la gente está asustada y temerosa de las réplicas después del gran sismo de las 4 de la mañana. La tierra tembló, las casas fueron destruidas y hubo muchas muertes. Además de esto, el frío y la lluvia también se han sumado a que los desplazados se sientan mal.
¿Hubo algún daño a su iglesia?
Gracias a Dios No. Solo tuvimos algunos vidrios rotos. Mientras que en la ciudad la casa del obispo greco-católico se derrumbó y un sacerdote permaneció bajo los escombros que aún no ha sido encontrado ( lamentablemente su cuerpo sin vida fue encontrado ayer por la noche. Se trata de Don Imad Daher ed ).
¿Ha acogido a personas que huyen de sus hogares?
Sí, justo después del gran terremoto, la gente empezó a venir a nuestras instalaciones. Tenemos un oratorio que suele acoger a unos 900 jóvenes. La gente ha dejado sus hogares y ha encontrado refugio con nosotros.
¿Cómo hiciste para ayudarlos?
En primer lugar, incluso antes de preparar comidas calientes, teníamos que calmarlos porque esta gente ya ha sufrido la guerra y la pobreza, ahora también tienen que enfrentar las consecuencias del terremoto. Les recordamos que cuando el Señor estaba en medio del mar embravecido, preguntó a sus discípulos: «¿Por qué tenéis miedo?». Él está con nosotros y entre nosotros.
¿Les está ayudando la fe?
Los que llegaron inmediatamente después del terremoto de las 4 de la mañana quisieron sumarse a la celebración de la Misa comunitaria de las 7 de la mañana. Luego, antes del almuerzo, nos detuvieron y nos pidieron que rezáramos juntos el Rosario. Y así lo hicimos, pidiéndole a Nuestra Señora que también esta vez nos ayudara.
¿Qué puede hacer el resto del mundo y especialmente Occidente por la población siria después de esta última tragedia?
Seguramente habrá necesidad de ayuda material para la reconstrucción porque este terremoto, tan violento como nunca antes lo habíamos visto, ha provocado el derrumbe de muchos edificios. Pero ante todo, les pedimos que oren por nosotros.
Por Nico Spuntoni.
MARTES 7 DE FEBRERO DE 2023.
LANUOVABQ.
