Entrevistado en exclusiva por Agencia Católica de Noticias (ACN), Erick Hernández, quien además ofrece foros y talleres sobre temas de conversión y sus bondades, señaló que en los diversos foros de discusión y por redes sociales en los que se presenta, ha dicho que, si hay víctimas de algún maltrato, él mismo los acompaña a denunciar, “pero a la fecha no existe ningún expediente que avale que se den ese tipo de prácticas como método para reconvertir a una persona en heterosexual”.
“Les refiero: personalmente los acompañó a denunciar si tuvieron sí tuvieron algún tipo de maltrato porque ningún tipo de torturas se apoya”.
Insistió en que lo primordial es salvaguardar la integridad y la vida y la salud de cada una de las personas, por lo que, si alguien demuestra que en ese tipo de terapias hay tortura con electroshock, sí incurrirían en violaciones correctivas, así como impedirle al paciente que consuma alimentos, no los dejen dormir, o sean golpeados.
Lamentó que la gente “se suba al tren de la desinformación” de que las terapias son de tortura y a todos los violan o los maltratan. “Los he encarado para que muestren una sola denuncia o algún folio, algún papel con un sello de la Procuraduría. No muestran ninguna prueba”.
Por lo anterior, concluyó en que no se puede tipificar como delito.
En diálogo con ACN, narró cuando dejó de ser homosexual por ayuda de un terapeuta. Tajante, dijo que “jamás dejó de ser heterosexual, pues la homosexualidad se trata de un sentimiento que no cambia nuestro diseño que es y siempre será el ser atraído por personas del sexo opuesto”.
Confirmó que logró abandonar la homosexualidad por apoyo de un psicólogo, a base de varias sesiones, sin ningún tipo de agresión verbal, física o mental.
Erick coincidió con la postura del Padre Hugo Valdemar, exvocero de la Arquidiócesis Primada de México, quien afirmó en una entrevista para un influyente medio nacional, que la prohibición de las terapias de conversión atenta contra la libertad personal y de conciencia, lo que convierte al Estado en una dictadura puesta al Servicio del “imperio gay”.
“Acertó el sacerdote, (P. Hugo Valdemar) ya que en los últimos años hemos visto que el Estado se hincó al “imperio gay”, al no respetar que cada quien es libre”.
Reveló que la forma con la que opera la comunidad LGTB es arbitraria pues “siempre intentan sacar a las personas del clóset para ganar ciertos adeptos; sin embargo, son opresores, ya que sí apoyan a una persona que pasa de heterosexual a bisexual, homosexual, transgénero, travesti, asexual o de género fluido”.
Asimismo, Erick exhibió discursos del Lobby LGBT que los contradice:
“Ellos argumentan que la sexualidad no cambia, pero al mismo tiempo apoyan el género fluido”.
También opinó sobre los legisladores de Morena, quienes promovieron dicha Reforma, aprobada el pasado 24 de julio, y dijo que “actuaron de manera irresponsable, con frivolidad, al no tomar en cuenta que hay personas que, desde lo más profundo de su conciencia, recurren esas terapias en busca de ayuda psicológica para poder aceptarse y entenderse a sí mismas.
Por lo anterior, Erick calificó de incorrecta dicha decisión “porque se discriminó a una minoría que pretende quitarse la homosexualidad”.
“Si ese sector de la población se siente depresivo, van a terapia, pero ahora está tan penado atender a la gente que se siente atraída por su mismo sexo (…), no los tomaron en cuenta; requieren de ayuda psicológica para poder aceptarse y entenderse a sí mismos”,
lamentó.
