* El lobby gay lo invade todo y a todos.
El último clásico de Disney, Strange World, propone, dentro de una trama ecológica, la habitual propaganda LGBT, normalizando la relación entre dos adolescentes homosexuales.
La Comisión de Evaluación de Cine de la Conferencia del Espiscopado Italiana…lo aprueba. Ignora el Catecismo y el peligro para las almas.En efecto, nos encontramos en un mundo extraño si una película de animación que pretende adoctrinar a los niños, presentando las relaciones homosexuales como normales y buenas, se proyecta en los cines parroquiales y es recomendada por un organismo católico oficial, cuyo deber sería ofrecer una evaluación moral acorde con el magisterio de la Iglesia.
Hablemos de Strange World – Un mundo misterioso, el último clásico de Disney, y del juicio emitido por la Comisión Nacional de Evaluación de Cine (Cnvf) de la Conferencia Episcopal Italiana, según el cual la película es, en resumen, «aconsejable, problemática, adecuada para discusiones».Más concretamente, atendiendo a los criterios de evaluación pastoral vigentes en la CNVF desde 2008, los dos primeros términos significan que estamos ante una «película sustancialmente positiva, por tanto destinada a la programación ordinaria» (recomendado) y que «trata en profundidad cuestiones de significativo, con un fuerte impacto moral» (problemático). Temas sobre los que, en concreto, la Cnvf no emite ningún juicio negativo, sino que difunde diversos elogios a la película en su forma de evaluación.
Así, de poco sirve decir que para los más pequeños “se recomienda la presencia de un educador o de un adulto”, porque si el adulto piensa como el Cnvf, estamos en un mal camino.
La película presenta una trama ecológica, una subtrama Lgbt, más algunas otras pizcas de corrección política, como la idea de perseguir el tema racial proporcionando «cuotas» para los protagonistas -en carne y hueso o, como aquí, ficticios- negros. , ahora imprescindible de la industria cultural (cuando bastaría con reconocer que la igual dignidad de todos los hombres procede de Dios y comportarse en consecuencia, sin forzar la esterilidad).
Al igual que Lightyear, otra película amigable con los homosexuales apreciada por la CNVF, Strange World también fue un fracaso en la taquilla, registrando ingresos muy por debajo de las expectativas.
La trama se desarrolla en torno al descubrimiento de una planta que genera energía, el Pando. Su uso como combustible trae desarrollo al mundo de Avalonia. Pero 25 años después de su descubrimiento por el entonces niño Searcher Clade, quien se convirtió en un granjero famoso, el Pando parece amenazado: así comienza una misión para salvar la planta de combustible. Los protagonistas terminan en un fantástico mundo subterráneo, donde son atacados por lo que inicialmente parecen ser parásitos del Pando pero que luego resultan ser, gracias a una intuición del hijo de Searcher, Ethan, de dieciséis años, células de un sistema inmunológico: sí, porque el «subsuelo» en el que se encuentran los nuestros es en realidad el interior del cuerpo de una criatura gigantesca (una tortuga), sobre cuyo lomo se levanta la propia Avalonia. Perspectiva invertida, pues: el enemigo es el Pando, cuyas raíces están asfixiando a la criatura. Una vez destruido el Pando, el corazón de la criatura late y se ve una explosión de la naturaleza. Las turbinas eólicas brotan en Avalonia… Todos felices para siempre.
En definitiva, los coloridos dibujos animados de Disney nos devuelven la idea ecologista de la Tierra como un ser vivo (Gaia o Gea) y la guerra -cueste lo que cueste- contra los combustibles fósiles. No en vano, el director, Don Hall, declaró: «Este proyecto nació de unas reflexiones personales sobre mis hijos y el mundo que heredarán». Para la Comisión de la CEI, el relato que hemos resumido “es una metáfora contundente de la sociedad actual”, cuyo “fijido es el compromiso ecológico, la defensa y custodia de la “casa común”, recordando las palabras del Papa Francisco en la encíclica Laudato Si’».
Es una lástima que el ecologismo se oponga a una correcta visión cristiana de la creación, volcando -en total detrimento del hombre, retratado como un problema- cuál es el orden de la creación.
Como decíamos, en este tejido narrativo se ha insertado una subtrama gay. Ethan, de dieciséis años, un claro símbolo de la Generación Greta, que guía a los adultos hacia la «verdad» descrita anteriormente, se siente atraído por su amigo, Diazo. A lo largo de la trama hay continuas referencias a esta atracción, de la que el padre, la madre y hasta el abuelo del chico hablan como si fuera un «crush» adolescente común, aprobándola, bromeando con Ethan e incluso aconsejándole cómo conquistar a la amada.
Al final de la película, Ethan y Diazo están tomados de la mano.Esta propaganda homosexual, ahora propuesta por Disney a la luz del sol, contrasta evidentemente con la enseñanza bimilenaria de la Iglesia sobre el tema de la homosexualidad, bien resumida en el Catecismo (CCC 2357-2359). Pero el Catecismo no debe ser especialmente valorado por la Comisión de la CEI, que considera las «familias arcoíris» simplemente inclusivas… Citamos al CNVF: «Y al abordar el tema de la familia, Disney opta por contarlo en el dirección de una inclusión más amplia, que incluya cuestiones de identidad, sociales, culturales, raciales y LGBTQ+. En general, «Strange World – Un mondo misterio» es una caricatura colorida, con un ritmo creciente y un paquete visual cautivador, de corte clásico; una historia que invita sobre todo al respeto y la custodia de la Naturaleza, de la familia» (¡sic!).
Ante un órgano de la Conferencia Episcopal Italiana que traiciona su misión en un campo muy delicado, sería razonable esperar una intervención de los dirigentes de la propia CEI: ¿llegará? ¿O seguiremos, como en el pasado reciente , permitiendo la traición? Lamentamos no darnos cuenta del peligro para las almas.Se nos ha informado de al menos cuatro cines, parroquiales o gestionados por salesianos, que ya han proyectado o planean proyectar Strange World: el Cineteatro Don Bosco en Carugate, el Cine Don Bosco en San Donà di Piave, el Cine Don Bosco en Chioggia, el Cinema Mignon de Cornaredo. No es una lista exhaustiva.
Por lo tanto, es bueno que todos estén atentos en su propia parroquia e informen sobre las trampas que contiene la película, en primer lugar, la normalización de la homosexualidad. Olvídense de los compromisos con el mundo y retomen el Catecismo, que dice lo esencial, con caridad.
Por Ermes Dovico.
Roma, Italia.
lanuovabq.
