A los estudiantes de séptimo y octavo curso de la diócesis de Parramatta, Australia, se les pedirá que «reconozcan la sexualidad como una exploración en la formación de la identidad personal» y discutirán «¿Es la sexualidad opcional?» «¿Tiene la enseñanza de la Iglesia sobre la sexualidad algún valor o relevancia para la vida moderna?» «¿Cómo construyen los medios sociales la identidad sexual?»
«Como pueden imaginar, yo y otros católicos que vivimos en esta diócesis estamos muy preocupados por este nuevo plan de estudios», escribió un padre católico que está alarmado por el programa de educación religiosa que se va a introducir.
El director de la escuela de la diócesis, Greg Whitby, reconoció que la medida sería controvertida entre los católicos devotos, pero insistió en que el cambio era necesario si los profesores de religión quieren involucrar a los estudiantes en la religión, según declaraciones all Daily Telegraph de Australia el 16 de agosto.
El obispo dice que no basta enseñar la fe
«El nuevo plan de estudios no es una calle de un solo sentido», afirma el prelado de Parrammatta, el obispo Vincent Long. «No son sólo nuestros profesores los que proclaman los principios de la fe y las doctrinas cristianas en las que creemos. Los jóvenes se comprometen mucho mejor con la fe cristiana de forma mucho más significativa, personal y seria cuando sus preguntas, preocupaciones y asuntos son abordados»
«Los profesores de educación religiosa no deben partir solo del libro de texto o de las enseñanzas de la Iglesia o de la Biblia», insistió el obispo Long en una entrevista en un podcast. «La responsabilidad es de ellos de dialogar con los jóvenes, en lugar de sólo enseñarles o proclamarles la fe»
Los fieles están hartos
«Como sacerdote católico de la diócesis de Parramatta, recuerdo amablemente a la Oficina de Educación Católica de Parramatta su responsabilidad crucial a la hora de enseñar a estudiantes la importancia de los Diez Mandamientos y la moral católica», dijo el P. John Rizzo, sacerdote de la diócesis, al Daily Telegraph.
«Los fieles católicos están hartos de que los programas políticamente correctos agredan la inocencia de sus hijos», añadió el sacerdote.
Con información de InfoCatólica