¿Cuántas veces nos hemos sentido mal por no tener nuestras labores al día? Ciertamente es nuestra autoexigencia y necesidad de ser responsables lo que nos está hablando. Sin embargo, cumplir con nuestras tareas no debería significarnos una tristeza sino una satisfacción. Es por eso que hoy te voy a dejar unos tips para que puedas organizar mejor tu tiempo y vivas tu vida más tranquilamente:
- Planifica tu semana: Si tienes múltiples ocupaciones, es muy importante que comprendas cada una de tus tareas para que puedas organizar tu tiempo, y diezmar tu esfuerzo. De nada sirve trabajar muy duro si no logras cumplir con todo lo que te propones.
- Jerarquiza lo importante y lo urgente: Si bien es necesario cumplir con todo, hay tareas que al completarlas te permiten realizar otras más facilmente.
- Empieza por lo más sencillo: Nuestro cerebro tiene un sistema de recompensa en el que al realizar una tarea, nos sentimos satisfechos. Es por eso que, acto seguido a haber marcado las prioridades, debes enfocarte en hacer aquello que que te es más sencillo, lo que te permitirá obtener una satisfacción más rapidamente, para que avances luego hacia lo más complejo.
- Informa sobre tu rendimiento: Muchas veces no es tan importante qué tanto trabajo hacemos, sino que nuestro equipo sepa en qué estamos trabajando. Esto nos permite apoyarnos y diezmar nuestra capacidad operativa cuando estamos sobrepasados de trabajo. Consulta con tus jefes constantemente y comparte tus resultados para generar visibilidad de tu trabajo.
- Aborda cada tarea con fe: Muchas veces solo dejamos las tareas difíciles en manos de Dios, sin embargo, hacer las tareas sencillas en fe nos prepara para abordar las tareas más complejas con más energía. Recordemos que los habitos se construyen en lo pequeño y se mantienen en lo grande.
- No pierdas la calma: Cuando se complican las cosas y no ves la luz al final del tunel recuerda que Dios te ha dado cada prueba porque sabe que tienes la capacidad para hacerlo. No dudes del regalo que Dios te dio en tus dones y agradece los retos para transformarlos en oportunidades.
- Aprende a decir NO: Si bien, todo lo podemos en Cristo, es importante que podamos ser claros y una vez hayamos marcado nuestras prioridades y el alcance de nuestra labor, expongamos cuando las cosas se nos salen de las manos para que nuestro equipo, jefes o compañeros, tengan un punto de control sobre lo que deben esperar de nosotros.
Estos consejos que te dejo hoy, más allá de estár fuertemente ligados a tareas laborales, también están ligados a nuestra vida como Cristianos. Recuerda que Dios nos regala el intelecto y nuestros talentos para que seamos testigos de nuestra fe, pero cuando viene la tentación, las dificultades o los destratos a causa de un mal manejo del tiempo y recursos, debemos mirar a la Cruz y decir, cómo puedo mejorar hoy.
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