* Aunque los contenidos sean secretos, el acuerdo China-Vaticano se renovará hoy por segunda vez.
* Irónicamente, en la próxima semana, la segunda audiencia del juicio del cardenal Joseph Zen se llevará a cabo en Hong Kong el 26 de octubre.
* Los resultados observados hasta ahora no muestran una mayor libertad para los católicos chinos.
Los contenidos son secretos, al igual que las noticias sobre las negociaciones, pero es seguro que el acuerdo China-Vaticano se renovará hoy por segunda vez. Si realmente funciona como hemos visto hasta ahora, en los últimos cuatro años (la primera firma es en septiembre de 2018, la primera renovación es el 22 de octubre de 2020), el texto prevé el nombramiento de obispos por el Papa de entre candidatos bienvenidos al Partido Comunista Chino. Según fuentes vaticanas que, necesariamente hablan en condiciones de anonimato, el texto renovado no cambiará ni una letra.
Irónicamente, la segunda audiencia en el juicio del cardenal Joseph Zen, obispo emérito de Hong Kong, se llevará a cabo la próxima semana, el 26 de octubre. Se trata de un proceso basado en una acusación espuria, la supuesta financiación ilícita de una asociación para proteger a los disidentes perseguidos en la represión de 2019, cuando en realidad es un mensaje enviado a la Iglesia china: Hong Kong ya no es una isla de libertad religiosa, como lo había sido hasta hace dos años. Desde que entró en vigor la nueva Ley de Seguridad Nacional, incluso en Hong Kong uno puede ser arrestado si forma parte del clero no reconocido por el régimen comunista. Más aún si eres activo en la defensa de los derechos humanos, como lo es el cardenal Zen.
Según el cardenal Pietro Parolin , secretario de Estado del Vaticano, el juicio del obispo emérito de Hong Kong no compromete el diálogo con la República Popular. Se necesita paciencia: “Respeto profundamente a quienes tienen opiniones diferentes y también a quienes critican la política de la Santa Sede hacia China: es legítimo hacerlo. Hemos elegido, y más aún bajo el impulso del Papa Francisco, la política de los pequeños pasos”. Una posición que refleja fielmente lo expresado por el pontífice en su viaje de regreso de Kazajstán : el diálogo avanza lentamente pero «va bien», hay que tener paciencia porque «el ritmo chino es lento, tienen una eternidad para continuar: es un pueblo de paciencia infinita».
Pero si el proceso sigue siendo lento y hay que avanzar en pequeños pasos, ¿en qué dirección se está moviendo? Hay algunos números a favor de la renovación del acuerdo: ninguna ordenación de obispos por parte de la Asociación Patriótica Católica China (leal al partido) y seis ordenaciones de obispos por parte del Papa Francisco. Pero estos son obispos también aprobados por el Partido. ¿Qué sucede, sin embargo, con aquellos prelados que no son aprobados por Pekín, pero se mantienen leales al Vaticano y, precisamente por eso, hacen objeciones de conciencia y no se adhieren a la Asociación Patriótica? Esta es la verdadera prueba. Y lamentablemente sus resultados, hasta el momento, no son positivos.
- Además del cardenal Zen, hay al menos otros siete casos de persecución de obispos en China. El más célebre es el de monseñor Agustín Cui Tai , obispo coadjutor de la diócesis de Xuanhua, en la provincia de Hebei. De 72 años, está en prisión desde 2007, con breves períodos en los que sale en libertad, solo con motivo de las fiestas tradicionales chinas. Después de un período más largo de libertad durante la pandemia de Covid-19, todavía está detenido.
- Monseñor Guo Xijin , de Mindong, provincia de Fujian, aceptó la invitación del Vaticano de reducirse a obispo auxiliar para allanar el camino a un obispo previamente excomulgado. En enero de 2020, para romper su resistencia, el régimen tomó su casa y lo obligó a dormir en el patio de la iglesia. Bajo la presión internacional, las autoridades le permitieron regresar a casa. Pero solo después de haber desconectado el agua, la electricidad y el gas. Todavía está bajo vigilancia especial.
- El obispo de Xingxiang, Joseph Zhang Weizhu , fue detenido en mayo de 2021, en un espectacular allanamiento realizado por 100 policías, durante un seminario que impartía en una fábrica. El Vaticano ha pedido su liberación, pero no hay noticias de él, ni siquiera de dónde se encuentra recluido actualmente.
Julius Jia Zhiguo, obispo de Zhengding, provincia de Hebei, de 85 años, fue arrestado y se sometió a una sesión de reeducación ideológica en agosto de 2020. Posteriormente «desapareció». Según fuentes no confirmadas, es posible que haya muerto. Su culpa fue la de haber desobedecido la ley que prohíbe a los menores ir a misa. Pero durante décadas había sufrido persecución, vigilancia y arresto domiciliario, como objetor de conciencia y por lo tanto no miembro de la Asociación Patriótica.
- Peter Shao Zhumin , obispo de Yongjia, en la provincia de Zhejiang, ha sido arrestado seis veces desde 2016, siempre sin juicio y transportado a lugares secretos. La última detención data del 7 de abril y desde entonces no se han tenido noticias suyas.
- El mayor de todos, el obispo Melchior Shi Hongzhen , obispo de Tianjin, de 93 años , está bajo arresto domiciliario desde hace varios años. El pasado mes de septiembre una delegación del Vaticano al menos logró reunirse con él y traerle un regalo, una cruz, del Papa Francisco.
Monseñor James Su Zhimin, obispo de Baoding (en la provincia de Hebei) es en cambio el caso de la detención más larga. Detenido en 1996, durante una procesión, fue encarcelado sin juicio en 1997. Desde entonces no se han tenido noticias de él, sólo algunos testimonios no confirmados informan que sigue vivo.
Cabe señalar que todos estos casos de persecución de obispos comenzaron después del acuerdo de 2018, o comenzaron antes y continúan incluso después de su renovación.
Hablando bajo condición de anonimato al Registro Católico Nacional, un sacerdote de Hong Kong ha desmentido la teoría de que China se mueve con mucha paciencia. Efectivamente: el Partido Comunista de China, «no es paciente, si acaso es astuto», señalando que el Vaticano no está negociando con «China», sino con el Partido Comunista que «destruyó la tradición china con la Revolución Cultural» y es el portador de la ideología comunista soviética. El XX Congreso del PCCh también reiteró que la ideología del partido es marxista-leninista, que no hay lugar para la religión, si no como esclava del “socialismo con peculiaridades chinas”.
POR STEFANO MAGNI.
CIUDAD DEL VATICANO.
SÁBADO 22 DE OCTUBRE DE 2022.
LANUOVABQ.
