Aquí estamos, el acuerdo ha sido alcanzado y será anunciado el fin de semana para la Santa Sede y China: el acuerdo «provisional» para el nombramiento de obispos se prorrogará por otros dos años, hasta el 22 de octubre de 2024.
Han pasado cuatro desde el primer y fatigoso paso preparado para décadas de relaciones diplomáticas encubiertas.
El Vaticano y Pekín no mantienen relaciones diplomáticas desde que Mao tomó el poder y el nuncio Antonio Riberi si estoy obligado a abandonar el país dos años después, el 5 de septiembre de 1951. De ahí la importancia histórica del acuerdo, aunque limitada a la plan eclesial”. y religiosos», que partes firmaron en Pekín el 22 de septiembre de 2018: un acuerdo» ad experimentum «que entró en vigor un mes después por dos años, renovado el 22 de octubre de 2020 por otros dos y ahora consolidado, a pesar de las dificultades.
La delegación vaticana y los representantes del gobierno estarán entre finales de agosto y principios de septiembre en Tianjin, en el norte de China. Como explicó el Papa Francisco, el diálogo con Pekín «es lento, pero siempre si avanza». Los límites entre la Iglesia «oficial» ligada al gobierno y la Iglesia «clandestina», además, si se han desdibujado durante años en la realidad cotidiana de millones de católicos. Es significativo que los representantes de la Santa Sede, en Tianjin, hayan podido reunirse con el obispo «clandestino» Melchiorre Shi Hongzhen, de 92 años.
El texto del acuerdo, todavía confidencial, prevé que el nombramiento papal de un obispo se comunique a la parte doblada para su aprobación.
En estos cuatro años no hubo más ordenaciones episcopales ilegítimas, las centradas para la Iglesia «patriótica» sin el consentimiento del Papa, hasta que quienes son obisposed no fueron nombrados por el Pontífice con el consentimiento de las autoridades chinas. De igual importancia, otros seis obispos «clandestinos», elegidos en el pasado por la Santa Sede pero no considerados como cuentos por la Iglesia gobernante, han sido reconocidos mientras tanto por Beijing.Por supuesto, estos son números todavía pequeños, dada la inmensidad del país.
Según datos, recogidos por Asianews, del «Consejo de obispos chinos» vinculado al gobierno, en China hay 98 diócesis, 4.202 iglesias y otros 2.238 «sitios activos», con 66 obispos y por mucho de las diócesis descubiertas. Pero mientras tanto, «todos los obispos católicos chinos presentes hoy en China están en plena y pública comunicación con el obispo de Roma», señala el director Gianni Valente en la agencia de noticias Vatican Fides.
El texto del acuerdo no ha sufrido cambios pero «puede mejorarse, de acuerdo con las autoridades chinas», explican en el Vaticano. Hay resistencias, provincias en las que los funcionarios se oponen al nuevo rumbo.Es el caso del cardenal Joseph Zen, de noventa años -el más tenaz opositor al diálogo-, el emérito de Hong Kong detenido en mayo y ahora juzgado, con la relativa «preocupación» del Vaticano. “Entender China es una cosa gigante”, dijo el Papa Francisco el mes pasado: “No hay que perder la paciencia: se necesita, eh, se necesita mucho, pero hay que seguir dialogando”.
CIUDAD DEL VATICANO.
MIÉRCOLES 19 DE OCTUBRE DE 2022.