Arturo Segovia, presidente del Consejo Veracruzano +Vida+Familia, en conferencia convocada por Suma de Actores Sociales (SUMAS) México, ofreció pautas para enfrentar lo que llamó “La guerra de Cuarta Generación”, que se impone de forma psicológica, mediática, sin fusiles y asimétricamente.
Nos encontramos rodeados por dos acciones cruciales que buscan la desaparición de nuestra civilización cristiana: Una Revolución cultural, construída por Antonio Gramsci que hoy nos tiene en esta encrucijada; y la Guerra de Cuarta Generación de alta ingeniería estratégica,
dijo.
La primera, trata de la revolución cultural. Dentro, arriba, abajo y en las venas, que se esmera en el rompimiento del equilibrio de las leyes naturales con el género, el maltusianismo, ambientalismo y animalismo. Cristianos que hacen fiesta al comunismo, clérigos y escuelas católicas que promueven el homosexualismo y el género; la FAO que controla y condiciona la economía de los países pobres; el FMI que financia la planificación familiar; la Unicef, que apoya el aborto, el adoctrinamiento de género y la educación sexual de nuestros hijos, además de la OMS y el Banco Mundial, con la misma cultura de la muerte,
amplió.
Expuso la pérdida de trincheras como son la garantía y el derecho a la vida humana en el vientre materno. Recordó que recientemente se aprobó en el Parlamento de Francia el infanticidio, con el que facultaron a que una mujer pueda abortar a su hijo, incluso con 8 meses y medio de embarazo.
Resaltó que ante la ilegalidad de la Norma 146 en México, “también perdimos mucho, ya que cualquier jovencita puede asesinar a sus hijos en cualquier hospital de este país”. Hemos perdido con los libros de texto, en los que persisten la homosexualización. Se suma la perversa consigna que tiene la plataforma Netflix con escenas de homosexuales, lesbianas y normalización de la pedofilia, un claro ejemplo es su película llamada «Cuties”.
Durante la conferencia “¡Estamos rodeados, no los dejemos escapar!, Hacia una estrategia para desatar el nudo gramsciano”, que presentó la COALICIÓN SUMAS, el consultor e investigador, también director de la Agencia Católica de Noticias, alertó que la guerra de cuarta generación “se trata de una guerra psicológica, de “bombardeos mediáticos destinados a destruir el pensamiento reflexivo -información, procesamiento y síntesis- y a sustituirlo por una alineación controlada”.
Precisó la urgencia de recurrir a organismos serios que procesan la información
Sostuvo que “hemos aprendido a reaccionar, no a razonar”; porque es eso, “lo que construyen los guerreros psicológicos, que no pienses la información sino que consumas su información. Cuando esto sucede, «sin analizar los qué y los para qué, estás consumiendo guerra de cuarta generación».
Europa ya cayó ante la cultura de la muerte(…) pero el continente americano aún respira
Dijo que América “tiene esperanza”, es el “continente de la esperanza”como lo refirió el Papa Juan Pablo II; pero insistió, “necesitamos tener clara la visión y los objetivos, así como el plan que te conduzca a ellos; es decir, la estrategia.
Sobre la pandemia del covid-19, enfatizó que “estas crisis son el mejor escenario conformado por el peligro y la oportunidad”, para repensar lo que somos y lo que queremos, desde las operaciones, del menú, de quiénes y cuántos…”.
Por eso el «pensamiento estratégico» y el «mapa de ruta» son exigencias impostergables, hoy más que nunca.
Y encaró:
¿Quién afirma que la imaginación se puede aislar? San Benito de Murcia, San Ignacio de Loyola, San Pablo y tantos más, son un ejemplo de lo que hay qué hacer. Queda demostrado entonces que el aislamiento, la prisión y las crisis se han vuelto las mejores condiciones en la historia de la humanidad para las grandes hazañas.
Arturo Segovia, adelantó también que en las próximas sesiones del segundo módulo “Del Qué al Cómo” que se encuentra impartiendo, se darán las herramientas para que cada quien construya de forma eficaz sus propias estrategias.
Quienes hoy asumen un liderazgo católico, tienen el gran desafío: probarlo en el campo de batalla,
infirió.
Parafraseando a Flavio Vegecio Renatus “Si quieres la paz, prepárate para la guerra”, remató: Esta realidad supone, entonces, una oportunidad en la adversidad. Por eso, si estamos rodeados, no tenemos por qué dejarlos escapar.
