El Obispo de la Diócesis de Celaya, Benjamín Castillo Plascencia prepara la renuncia de su cargo, enviará a la Santa Sede una carta donde especifique sus razones.
Próximo a cumplir 75 años, el obispo renunciará a su mandato a fin de recibir la jubilación que las normas eclesiásticas indican. Castillo Plasencia ha sido obispo de la Diócesis de Celaya por más de 10 años y asegura que su renuncia podría concretarse incluso un año o más después de solicitarla.
«Hay una frase en latín: ´nunc pro tunc». ´Nunc´ quiere decir ahora, ´tunc´ para cuando se pueda; se me recibe la renuncia, pero hasta que haya quién me supla; no quiere decir que sea en automático»,
comentó a Periódico Correo.
El obispo enviará al Papa Francisco, quien está en la Santa Sede la carta con su renuncia y esperará a que se realice el nombramiento de su sucesor, mientras tanto, ya tiene planes a futuro tras ser obispo emérito de Celaya, entre los que se encuentra un cambio de residencia.
«Toda la gente se jubila, especialmente los que tenemos un cargo de responsabilidad, tenemos que tener límites… ciertamente para mí, un médico, los 60 años no son sus mejores, ya con mucha experiencia 65 años mientras no le tiemblen la mano. La sabiduría va creciendo y por eso pueden durar más, acá también se ha juzgado que a los 75 años se quite, la responsabilidad no se acaba, se va uno como emérito»,
dijo.
Cabe señalar que las normas eclesiásticas indican que al cumplir los 75 años, todo obispo está obligado a enviar a la Santa Sede una carta de renuncia al gobierno de la diócesis que lidera; una vez que ésta es aceptada por el sumo pontífice, los jerarcas católicos reciben una serie de apoyos que les aporta la diócesis, dependiendo de su situación financiera, como vivienda y un sueldo.
Castillo Plascencia podría continuar como obispo emérito mientras se da el nombramiento de su sucesor.
Con información de: La Silla Rota Guanajuato/Redacción